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En caso de sismo, este sistema ayudaría a evitar fugas de gas

La UNAM creó el Sistema de Interrupción del Suministro de gas por Emergencia Sísmica (Sises), desarrollo que bloquea el paso de gas de las tuberías subterraneas vía remota con nanomecanismos y tecnología de datos útiles en caso necesitarlo durante un temblor.

El Sistema de Interrupción del Suministro de Gas por Emergencia Sísmica (Sises) es un sistema de control de seguridad creado en la UNAM para compañías que distribuyen fluidos en las ciudades mediante tuberías enterradas

El Sises, mencionó Silvia Raquel García Benítez, investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM que desarrolló el procedimiento a solicitud de una empresa de gas, es un sistema automático, flexible y adaptativo. Por un lado detecta y avisa sobre alguna tubería dañada y asegura su clausura, por el otro mantiene el abasto en distritos con entornos seguros.

El sistema bloquea con nanomecanismos y tecnología de alto nivel en transmisión de datos útiles para verificar el nivel de aceleración sísmica y de flujo, y con un órgano computacional cognitivo que relaciona premisas previamente programadas para anticipar riesgos.

Si los monitores captan aceleraciones menores (perceptibles, pero no dañinas), el sistema avisa a los órganos de control del proveedor de un evento que no merece encender alarmas. En cambio, si el movimiento es más fuerte y se registra una situación anómala y niveles extremos de aceleración, se decreta un corte automático.

En demarcaciones estratégicas, además de verificar estos aspectos, es factible leer e interpretar parámetros específicos sobre la cimentación de las estructuras, las instalaciones de entrada y otros recursos para enriquecer las variables de oclusión. "No es deseable detener la actividad, sobre todo en parques industriales o proveedores de servicios", subrayó.

Al intervenir en sitios de casas habitación, incluso ante sismos menores, el Sises puede cerrar válvulas y segundos después, vía remota y al alcanzar movimientos mínimos, indicar una apertura posterior bajo mandato humano o preprogramada.

¿CÓMO ESTÁ INSTRUMENTADO?

Junto a la válvula neumática de cierre hay un centro con tres módulos antiexplosión: una unidad encargada de la programación y transmisión (la programación de los valores esperables o anómalos para cada zona fueron estudiados con redes neuronales y las relaciones de los movimientos y las circunstancias atípicas con lógica difusa); otra "nano" para registrar aceleraciones (medición en tres ejes) en tiempo real (24 horas, los 365 días del año) y una tercera, de registro de avance del fluido.

En la primera, una vez analizados los valores referidos se verifica si son normales. En caso contrario, el Sises pondera las condiciones existentes y si la situación está fuera de las demandas históricas de la compañía, se lanza una alarma, se comunica la situación y se posibilita accionar de inmediato y automáticamente la válvula de corte.

Hay dos prototipos funcionales Sises programados y en operación, y seis más se pondrán en funcionamiento en 2015. La meta es llegar a 2016 con el total de situaciones de reacción especificadas por la compañía. Después, el sistema migrará a válvulas "satelitales", conductoras de la molécula en altos niveles de presión.

Aunque por ahora se trabaja con "molécula de gas", la patente en trámite es para sustancias dirigidas por ductos enterrados —una de las maneras más usadas y peligrosas—, como agua potable y de desecho, así como para derivados del petróleo.

Para García Benítez, si bien es delicada una fuga por rotura de tubería, también lo son las hídricas registradas constantemente en la capital. La filtración por instalaciones subterráneas deficientes ha provocado fallas por remoción de material, cuyas manifestaciones más evidentes y graves han sido los socavones y derrumbes en la capital.

El caso de Guadalajara, donde la contaminación del drenaje por sustancias peligrosas causó una explosión en cadena, ejemplifica la necesidad de monitorear y evaluar estas situaciones.

Para generar mayor impacto social, se piensa instalar el Sises "a escala". Para ello, García Benítez trabaja en un modelo para entradas a casas habitación o edificios habitacionales. Eventualmente, compañías proveedoras del comburente podrían ofrecerlo a usuarios domésticos para cerrar la dotación si algún elemento estructural del predio, un muro exterior o columna se desplazan peligrosamente por efecto de un sismo, colapso o hundimiento.

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