Ésta es la clase más popular en la historia de Yale

La clase más popular en la historia de la Universidad de Yale, que atrae a cerca de mil 200 alumnos, no es sobre política o ciencia, se trata de cómo alcanzar la felicidad.

El curso se llama "Psicología y la buena vida" o Psyc 157 y uno de cada cuatro estudiantes de pregrado -ciclo antes de obtener el título universitario- se dan cita en el campus de la escuela de Connecticut para asistir, dos veces por semana, al salón de clases de la profesora Laurie Santos.

El número de alumnos inscritos a la clase de 'la felicidad' es el más grande en la historia de Yale, que fue fundada en 1701 y en la que han estudiado personalidades como: George H.W. Bush, Meryl Streep y Paul Newman. Incluso algunos políticos mexicanos como Ernesto Zedillo o José Antonio Meade Kuribreña, candidato a la Presidencia de México.

Algunas de las tareas de esta clase incluyen mostrar más gratitud, hacer actos bondadosos y aumentar las conexiones sociales.

"Las ciencias sociales han generado muchas ideas nuevas sobre lo que hace felices a las personas y cómo pueden lograr esto. Los sentimientos de felicidad son fomentados por la socialización, ejercicio, meditación y sueño. El dinero y posesiones a menudo se consideran objetivos en la vida, pero que la ruta hacia la felicidad va en dirección diferente", asegura Santos.

¿Por qué impartir esta materia?

La profesora Santos dice que debido a "la esperanza de que la ciencia pueda ayudar a los estudiantes a encontrar un alivio ante la miseria que ha alcanzado a las universidades".

"Los estudiantes informan que están más deprimidos que nunca antes en la universidad, más ansiosos y las ciencias sociales han generado muchas ideas nuevas sobre lo que hace felices a las personas y cómo pueden lograrlo", afirmó Santos para Reuters.

Laurie Santos asegura que la gente más feliz es la que convive y se da tiempo de socializar. Además, señala el fenómeno psicológico de "querer mal", que lleva a las personas a perseguir los objetivos equivocados en la vida.

"Trabajamos muy duro para obtener un gran salario o para comprar esta gran casa. Esas cosas no nos van a hacer tan felices como pensamos", finaliza la profesora de Yale.