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Sector de vehículos autónomos enfrenta prueba crucial tras primera muerte

La muerte de una mujer en Arizona, quien fue atropellada por un Uber de conducción autónoma, es un evento que llega en un momento delicado.

La muerte de una mujer en Arizona atropellada por un automóvil de conducción autónoma de Uber, la primera víctima fatal que involucra un vehículo de ese tipo, es un evento que la industria naciente ha temido desde hace tiempo y llega en un momento delicado.

El accidente del lunes, que involucró a un automóvil de Uber Technologies, se perfila como la primera prueba importante respecto a cómo las autoridades y el público responderán a la nueva tecnología.

El hecho se dio en momentos en que las compañías han estado presionando para obtener la autorización regulatoria a fin de ofrecer servicios de viajes en vehículos sin conductor tan pronto como el próximo año.

En 2016, una persona perdió la vida mientras conducía un Tesla Model S en modo piloto automático.

El accidente tuvo lugar cuando en medio del camino de Joshua Brown (dueño del Tesla) un camión hizo un giro a la izquierda y el Tesla no frenó y pasó debajo de la carga. El coche siguió en la autopista hasta que chocó con una valla. Se registró un vacío legal por este tipo de accidentes ligados a la inteligencia artificial.

El viernes Uber y Waymo, la unidad de automóviles de conducción autónoma de Alphabet, escribieron a los senadores estadounidenses para instarlos a que aprueben una legislación automotriz sin precedentes "en las próximas semanas".

Automotrices y compañías tecnológicas como Uber, General Motors y Toyota Motor Corp han realizado inversiones que dependen de revisiones significativas a las normas existentes de seguridad de vehículos, redactadas bajo el supuesto de que un humano con licencia siempre tendría el control de un auto.

Funcionarios de la industria han advertido que podría haber accidentes y muertes que involucren automóviles sin conductor, pero también han argumentado que se ahorrarían innumerables vidas adicionales cuando los sistemas programados para obedecer las leyes de tránsito reemplacen a conductores humanos distraídos, somnolientos o discapacitados.

Mark Rosenker, expresidente de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por su sigla en inglés), dijo el lunes que el público no debería reaccionar de forma exagerada ante el incidente de Uber. Señaló que seis mil peatones y casi 40 mil personas mueren anualmente en las carreteras de Estados Unidos en más de seis millones de accidentes al año.

"Este va a ser un desafortunado obstáculo con el que tendremos que lidiar para recuperar la creencia (del público) de que estos dispositivos son seguros", dijo Rosenker.

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