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'Primer', el robot que puede construir su propio exoesqueleto

Creado por el MIT, el dispositivo cambia de forma para poder caminar, rodar, navegar y deslizarse usando exoesqueletos reciclables.

Desde mariposas que brotan alas hasta cangrejos ermitaños que cambian sus caparazones, muchos animales deben adaptar sus características exteriores para poder sobrevivir. Si bien los seres humanos no sufren ese tipo de metamorfosis, a menudo tratamos de crear objetos funcionales que sean igualmente adaptativos, incluidos los robots.

Sin embargo, a pesar de lo que podrías haber visto en las películas como "Transformers", actualmente los robots todavía son bastante inflexibles. Cada una de sus partes suele tener una estructura fija y un único propósito definido, lo que les dificulta realizar una gran variedad de acciones.

Investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT (CSAIL, por sus siglas en inglés) pretenden cambiar eso con un nuevo robot que cambia de forma y que es una especie de superhéroe: puede transformarse con diferentes "atuendos" que le permiten realizar diferentes tareas.


Apodado 'Primer', este robot en forma de cubo se puede controlar a través de imanes para hacerlo caminar, rodar, navegar y deslizarse. Lleva a cabo estas acciones usando diferentes exoesqueletos, que comienzan como láminas de plástico que se pliegan en formas específicas cuando se calientan. Después de que 'Primer' finaliza su tarea, puede deshacerse de su 'piel' al sumergirse en agua, que disuelve el exoesqueleto.

"Si queremos que los robots nos ayuden a hacer las cosas, no es muy eficiente tener uno diferente para cada tarea", dice Daniela Rus, directora de CSAIL e investigadora principal del proyecto. "Con este enfoque inspirado en la metamorfosis, podemos ampliar las capacidades de un solo robot dándole diferentes 'accesorios' para usar en diferentes situaciones".

Las diversas formas de 'Primer' tienen una serie de ventajas. Por ejemplo, "Wheel-bot" tiene ruedas que le permiten moverse dos veces más rápido que "Walk-bot". "Boat-bot" puede flotar en el agua y llevar casi el doble de su peso. "Glider-bot" puede volar a través de distancias más largas, lo que podría ser útil para el despliegue de robots o entornos de conmutación.


Primer puede incluso usar varios conjuntos a la vez, como una muñeca rusa de anidación. Puede agregar un exoesqueleto para convertirse en "Walk-bot" y luego interactuar con otro exoesqueleto más grande que le permite transportar objetos y mover dos cuerpos por segundo. Para desplegar el segundo exoesqueleto, "Walk-bot" pasa a la hoja, que luego cubre al bot con sus cuatro brazos autoplegables.

"Imagina futuras aplicaciones para la exploración espacial, donde podría enviar un solo robot con una pila de exoesqueletos a Marte", dice Shuguang Li, uno de los coautores del estudio. "El robot podría entonces realizar diferentes tareas usando diferentes 'conjuntos'".

El proyecto fue liderado por Rus y Shuhei Miyashita, un exdoctorante de CSAIL que ahora es director del Grupo de Microrrobótica de la Universidad de York. Sus coautores incluyen a Li y al estudiante graduado Steven Guitron.

Como siguiente paso, el equipo planea explorar dando a los robots una gama aún más amplia de sus capacidades, desde conducir a través del agua y excavar en la arena hasta camuflar su color. Guitron retrata a una futura comunidad de robots que comparte diseños de código abierto para piezas de la misma forma en que los entusiastas de la impresión en 3D intercambian ideas en sitios como Thingiverse.

"Me puedo imaginar algún día poder personalizar robots con diferentes brazos y apéndices", dice Rus. "¿Por qué actualizar un robot completo cuando solo puedes actualizar una parte?"

Este proyecto fue apoyado, en parte, por la National Science Foundation.

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