La periodista Esther Honig comprobó con un experimento, en el que utilizó Photoshop y artistas profesionales y amateurs, que la belleza es vista de diferentes formas en el mundo.
Para demostrar que las normas y estándares son diferentes dependiendo la cultura, Honig prestó su rostro para que personas de 25 países plasmaran en él su idea de belleza, a través de dicho programa de edición de imagen.
"Para la sociedad de Estados Unidos, Photoshop se ha convertido en un símbolo para alcanzar las normas de belleza imposibles […] mi proyecto 'Antes y Después' examina cómo estas normas varían a nivel mundial", señaló la periodista.
A través de redes sociales, Honig invitó a artistas profesionales y amateurs de varias partes del mundo a editar su imagen dependiendo de sus ideas personales y culturales de belleza.
"Photoshop nos permite alcanzar nuestros estándares inalcanzables de belleza, pero cuando comparamos esas normas a escala mundial, alcanzar el ideal sigue siendo aún más irreal", concluye la autora del proyecto.
La imagen muestra desde la perspectiva de un artista estdounidese la belleza.
A continuación se muestra la edición de la imagen por parte de un artista de ese país.
La imagen muestra el punto de vista sobre la belleza en Marruecos.
Para ver más fotos visita la página de Esther Honig.