Una vez que Juan Pablo Martínez terminó la carrera en ingeniería mecatrónica tuvo que tomar la decisión de qué hacer con su vida. Las opciones eran: crear, aunque de acuerdo con Martínez la posibilidad de hacerlo en México es limitada; otra era irse al extranjero o trabajar para alguien más.
Martínez tomó el camino de emprender y hoy sus robots se especializan en el empaque, desempaque y reempaque de productos, así como en tapar botellas. El precio de los robots de Automatische Technik de cuarta generación es de 26 mil dólares.
El emprendedor arrancó la empresa Automatische Technik con el objetivo de fabricar robots escaladores de edificios que limpiaran las fachadas, pero fue después de integrarse a la incubadora del Tecnológico de Monterrey y tras un análisis, que Martínez se dio cuenta que este modelo de negocio iba a requerir demasiado dinero y tiempo y que podría ser copiada fácilmente.
Tras una investigación en el mercado, el emprendedor decidió cambiar el proyecto por la fabricación de brazos industriales, también conocidos como robots tipo delta.
"Lo que detectamos en la industria es que en las grandes empresas había muchas máquinas y automatización y casi todo era internacional. Las grandes máquinas no eran mexicanas. Y en las pequeñas y medianas empresas si había, pero muy sencillas, que no agregaban el valor suficiente al cliente y la mayoría eran extranjeras. Fue ahí donde decidimos hacer los brazos industriales", señaló Martínez.
La empresa se formó en julio de 2009 y ha conseguido al menos tres fondeos de innovación tecnológica de la Secretaría de Economía y el Conacyt. Los recursos fueron otorgados en 2010, 2013 y 2014, y suman casi 6 millones de pesos, de acuerdo con Martínez.
Los robots que crea Automatische Technik utilizan mecanismos similares a los de una mano, lo que les permite trabajar en diferentes sectores, pero actualmente, por el tamaño del mercado y las ganancias que éste representa, se especializan en el empaque, desempaque y reempaque de todo tipo de productos pequeños en cajas y en la colocación, enroscado y presión de tapas de botellas.
El diseño de los robots, su mecánica y el software con el que trabajan fueron diseñados por la firma mexicana fundada por Martínez. La fabricación de las piezas que emplean son hechas en diferentes estados del país y algunas en Estados Unidos.
La empresa con sede en la Ciudad de México ha crecido en diferentes aspectos, destacó el emprendedor: en mano de obra, de las tres personas que trabajaban en un principio, ahora son 11. Además, dos de sus robots están patentados y se solicitó la protección vía PCT, que facilita el registro en diferentes países.
En cuanto a ventas, la firma pasó de comercializar sólo un robot en 2013, a cinco de ellos en lo que va de 2015. Tres fueron adquiridos y otros dos son rentados.
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