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En ofensiva militar de Trump, los drones están 'invitados'

Tina Kaidanow, subsecretaria adjunta principal del Departamento de Estado, explicó que están diseñando un plan en el que plantean flexibilizar las exportaciones de ese artículo.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó a las agencias gubernamentales que agilicen y amplíen las ventas de armas al exterior, lo que incluye flexibilizar los límites a las exportaciones de drones con capacidad militar.

"Dentro de 60 días estamos llamados a crear un plan de trabajo" para lograr aprobaciones más rápidas de ventas militares al extranjero en cooperación con contratistas de defensa y grupos industriales, explicó este jueves Tina Kaidanow, subsecretaria adjunta principal del Departamento de Estado, en una conferencia telefónica.

Si bien gran parte de la nueva iniciativa involucrará técnicas de venta, Kaidanow dijo que el Gobierno necesita hacer "un mejor trabajo de promoción estratégica", una medida significativa inmediata sería relajar las restricciones de la administración de Barack Obama a las exportaciones de sistemas aéreos no tripulados o drones.

"Aunque Estados Unidos lidera la tecnología de sistemas aéreos no tripulados, las políticas excesivamente restringidas promulgadas por la administración anterior" dificultaban las exportaciones y permitían a los competidores, incluido China, avanzar rápidamente hacia un de mercado que se proyecta que alcanzaría los 50 mil millones de dólares anuales en la próxima década, dijo Peter Navarro, director de política comercial e industrial de la Casa Blanca, en la conferencia telefónica.

Los cambios incluyen permitir ventas comerciales directas que no tienen que pasar por el Gobierno por parte de compañías que obtienen un permiso de exportación y eliminar el escrutinio especial de los dispositivos láser en drones que pueden usarse para objetivos militares.

Burocracia de "corto circuito"

Trump hizo una revisión previa de los planes para un nuevo enfoque hacia la venta de armas durante una presentación el miércoles en Florida con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

En el pasado, mencionó Trump, "en algunos casos pasarían años antes de que los pedidos se realizaran debido a la burocracia con el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado". Estamos eludiendo eso. Ahora va a ser cuestión de días. Si son nuestros aliados, los ayudaremos a obtener este importante y magnífico equipo militar".

Trump utiliza con frecuencia presentaciones con líderes extranjeros para promocionar los beneficios de las ventas de armas de Estados Unidos y se espera que su ofensiva para apuntalar el gasto de defensa de los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ayude a las empresas estadounidenses.

Las aprobaciones recientes del Departamento de Estado para la venta de armas incluyeron 300 millones de dólares de cohetes y equipo de apoyo a Catar y 2 mil 900 millones de dólares en armas, incluidos aviones F-16, a Eslovaquia.

La promesa del presidente de aprobar exportaciones de armas en "días" es poco probable.

Las ventas, incluso a aliados cercanos, continuarán siendo revisadas bajo criterios que incluyen si respaldan los intereses de seguridad nacional, cómo afectan el equilibrio militar en la región del país y si podrían tener un impacto adverso en la disponibilidad de la defensa de Estados Unidos.

La política anunciada este jueves no truncará el elaborado 'ir y venir' entre un posible cliente extranjero y el Departamento de Estado y los servicios militares para determinar los requisitos de un país, proporcionar precios e información de disponibilidad y firmar una "carta de oferta y aceptación" formal antes de que el paquete vaya al Congreso.

Aprobación del Congreso

Según las prácticas de larga data, el Congreso tiene la función clave de determinar si una venta de armas propuesta obtiene la aprobación final.

El Departamento de Estado suele presentar las propuestas de ventas para un período de notificación informal de aproximadamente tres semanas, seguido de un documento formal anunciado públicamente que el Congreso tiene hasta 30 días para aprobar.

Este período formal de notificación y revisión del Congreso para los aliados de la OTAN es de 15 días.

Kaidanow detalló que el desafío para las ventas incluye reconocer que "dada que la calidad de nuestro producto es tan alta a veces, por ejemplo, es más cara que otras". Señaló que la revisión incluiría "apoyo financiero" que ayudaría a otros países a comprar productos estadounidenses.

Los funcionarios de la administración insistieron en que los derechos humanos, incluido el riesgo de víctimas civiles, seguirán siendo una consideración en la venta de armas. Pero repitieron un mantra de que "la seguridad económica es seguridad nacional".

"Cuando permitimos que nuestros aliados y socios obtengan más fácilmente los artículos y servicios de defensa apropiados de Estados Unidos, mejoramos nuestra seguridad nacional", dijo Navarro.

"Los socios que adquieren armamento estadounidense son más capaces de luchar junto a nosotros y, en última instancia, son más capaces de protegerse con menos botas estadounidenses en el campo".

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