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Empresas hackeadas exploran una ofensiva cibernética

Ante la reciente violación a las redes de Sony, así como a la poca acción de gobierno estadounidense contra ciberataques, empresas buscan detener o contrarestar las acciones de hackers por su cuenta. 

Los hackeados están ansiosos por devolver el golpe. Al menos es lo que opina una docena de especialistas en seguridad y ex agentes del orden público, quienes describieron la existencia de un sentimiento cada vez más intenso y en gran parte tácito de malestar dentro de muchas empresas, tras la reciente violación de las redes de Sony Corp.

Las autoridades estadounidenses han mostrado poco deseo de intervenir, a pesar de que bancos, tiendas, casinos, empresas de energía y fabricantes han sido blanco de los hackers establecidos en el extranjero. Las empresas del sector privado que hacen negocios en los Estados Unidos no tienen más opción que contraatacar por su cuenta.

Eso ha llevado a un creciente número de empresas a empujar los límites de la legislación existente para que examine la manera de irrumpir en las redes de los hackers para recuperar datos robados o incluso para dejar los ordenadores fuera de línea para detener los ataques, dijeron los profesionales de seguridad cibernética en las entrevistas.

Algunas compañías están reclutando empresas de seguridad cibernética, muchas con vínculos de seguridad militares o gubernamentales, para recibir orientación acerca de las opciones para interrumpir las operaciones de los hackers o para escudriñar redes extranjeras para averiguar qué propiedad intelectual pudo haber sido robada por los hackers.

En un caso, la Oficina Federal de Investigaciones está investigando si los piratas informáticos que trabajan en nombre de alguna institución financiera de Estados Unidos desactivaron servidores que estaban siendo utilizados por Irán para atacar a los sitios web de los principales bancos el año pasado, dijeron dos personas familiarizadas con la investigación.

JPMorgan Chase
defendió esa medida en una reunión privada en febrero de 2013, según las fuentes. Una portavoz del banco dijo que nunca se tomó ninguna acción. Los investigadores federales todavía están tratando de determinar quién fue el responsable, dijeron las personas.

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