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Elon Musk y el misterio del satélite perdido

El lanzamiento de un satélite del gobierno era la misión más importante de la empresa espacial del también dueño de Tesla, pero de pronto todo se enrareció cuando aparentemente el objeto lanzado nunca apareció en el espacio.

Fue una de las cosas más importantes que Elon Musk ha lanzado al espacio: un satélite del gobierno tan secreto que prácticamente todo se clasifica.

Su nombre en clave: Zuma.

Solo que ahora, lo que se suponía que sería un triunfo para Musk y su Space Exploration Technologies Corp. (SpaceX) se ha convertido en un posible revés luego que el satélite desapareciera.

Los detalles son escasos y no está claro quién, si es que alguien tiene la culpa. Pero esto es seguro: un cohete Falcon 9, de SpaceX, con Zuma a bordo, atravesó el cielo de Florida desde Cabo Cañaveral el domingo por la noche y la primera etapa del cohete regresó a salvo a la Tierra. El equipo celebró dentro del cuarto de control de misiones de SpaceX, en Hawthorne, California.

Pero algo salió mal. Para el lunes por la noche, se suponía que Zuma estaba perdido. El Comando Estratégico de Estados Unidos, que monitorea más de 23 mil objetos en el espacio, dijo anoche que no ha detectado nuevos satélites desde el lanzamiento.

La información sobre la segunda etapa no fue revelada debido a la confidencialidad que rodeaba a la misión. La segunda fase del cohete impulsa al satélite a la órbita.

El periódico The Wall Street Journal reportó que funcionarios del Congreso que no fueron nombrados públicamente y quienes fueron informados sobre la misión dijeron que aparentemente el satélite no se había separado en la segunda etapa, que se había sumergido en la atmósfera y se había quemado.


El episodio se perfila como una prueba para las ambiciones del multimillonario en el espacio, especialmente la habilidad de SpaceX para competir en misiones militares.

"Les preocupa que cualquier falla pueda obstaculizar su capacidad para obtener futuros contratos de lanzamiento de seguridad nacional", dijo Brian Weeden, director de planificación de programas de Secure World Foundation, un grupo de expertos en política espacial. "Las cargas útiles de seguridad nacional son un mercado potencial muy importante para SpaceX".

Gwynne Shotwell, directora de operaciones de SpaceX, emitió una declaración enérgica este martes.

"Después de revisar todos los datos hasta la fecha, Falcon 9 hizo todo correctamente el domingo por la noche", señaló. SpaceX se negó a comentar más, citando el estado de clasificación de la misión, al igual que Northrup Grumman Corp., que contrató a SpaceX como contratista de lanzamiento.

La revisión de SpaceX hasta el momento indica que "no se necesitan cambios de diseño, operativos u otros", dijo Shotwell. La compañía no prevé ningún impacto en su próximo calendario de lanzamiento, incluida una misión Falcon 9 en tres semanas.

PROBABLES INVESTIGACIONES

"Hay una larga tradición de no comentar los problemas con las misiones clasificadas, a menos que explote de tal manera que todos puedan verlo", dijo John Logsdon, fundador y exdirector del Space Policy Institute de la Universidad George Washington.

"Habrá al menos tres investigaciones. SpaceX seguirá adelante para asegurarse de que no sean parte del problema", dijo. "Habrá una investigación interna en Northrup Grumman. Y la agencia patrocinadora hará una investigación. No importaba lo que Zuma fuera, era caro".

Cualquiera que sea la causa, el contratiempo difícilmente podría llegar en peor momento para Musk. Apenas unos días antes del lanzamiento del domingo, su empresa insignia, Telsa, una vez más retrasó su objetivo de producción para su sedán Model 3. Lo que levantó dudas sobre si la compañía de automóviles eléctricos tendría que recaudar dinero en efectivo.

SpaceX, que se mantiene privada, mientras tanto, se dirige a lo que se espera sea un año ocupado. La compañía ha dicho que planea unas 30 misiones en 2018 después de completar un récord de 18 el año pasado.

NUEVO VUELO

SpaceX está programado para demostrar el vuelo inaugural de Falcon Heavy, un cohete más grande y más potente, a finales de este mes. Y junto con Boeing, tiene un contrato con la NASA para enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional como parte del programa "Commercial Crew", con el primer vuelo de prueba crucial programado para el segundo trimestre.

Zuma fue el tercer lanzamiento militar de SpaceX. El Falcon 9 ganó la certificación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para las misiones espaciales de seguridad nacional en mayo de 2015, rompiendo un bloqueo mantenido por United Launch Alliance, una empresa conjunta entre Boeing y Lockheed Martin Corp.

Los contratos para lanzamientos militares incluyen satélites que permiten que las tropas se comuniquen en los campos de batalla y se estima que estarán valorados en alrededor de 70 mil millones de dólares hasta el 2030.

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