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¿Cuál será el gran uso de la red 5G?

Aunque los estándares iniciales para este servicio estarán listos el próximo año, nadie sabe exactamente qué aplicaciones harán que los clientes desembolsen miles de millones de dólares por la construcción de los sistemas.

En una mina de oro en Suecia, Ericsson AB busca respuesta a una pregunta existencial: ¿Alguien quiere realmente el servicio inalámbrico 5G? La firma, que sufre las pobres ventas de 4G, ha apostado su futuro en la quinta generación de redes móviles, que se espera enlace miles de millones de dispositivos a internet con conexiones lo bastante rápidas como para descargar una película en menos de un segundo.

Pero aun cuando los estándares iniciales para el 5G estarán listos el próximo año, nadie sabe a ciencia cierta qué aplicaciones harán que los clientes desembolsen los miles de millones de dólares que costará la construcción de los sistemas.

"Necesitamos explorar eso para entender para qué la usaremos", dice Peter de Bruin, ingeniero de Ericsson que diseñó el prototipo de la mina Kankberg, a 800 kilómetros de Estocolmo. "Los beneficios de esas velocidades de descarga tan rápidas no son realmente obvios".

Nokia Oyj y Huawei están probando equipos que seguramente verán sus primeras implementaciones comerciales a gran escala en 2020. Para ese año, Telcel estima tener su red 5G en México.

Ericsson, que tiene a la mayoría de sus 24 mil ingenieros ocupados en la red 5G, participa en 20 proyectos, incluida la prueba de más alto perfil que será los Olímpicos de Invierno en Corea. Allí, la firma trabaja con KT Corp e Intel en una red que guiará autobuses sin conductor en la villa olímpica y transmitirá imágenes en vivo gracias a cámaras diminutas incrustadas en los cascos de algunos competidores.

Ericsson, Nokia y Huawei desarrollan componentes de radio 5G; los fabricantes de chips Intel y Qualcomm han mostrado módems; y las firmas de programación están escribiendo gran parte del código que hará funcionar los sistemas. 5G Forum, grupo de la industria, predice que el mercado 5G alcanzará un billón 900 mil millones de dólares en 2026.

Esas cifras dependerán de los usos que den las industrias, desde la atención médica hasta la manufactura. Y hasta que eso suceda, los beneficios serán más mundanos: mejorará la velocidad y calidad de los servicios móviles para consumidores mientras reduce drásticamente la energía que necesitan los dispositivos.

Los tres principales fabricantes de equipos han sufrido una caída en la demanda debido a que la mayoría de los mercados clave ya cuentan con redes 4G. Ericsson estaba menos preparado para tal desaceleración; sus acciones se desplomaron 30 por ciento el año pasado luego de reportar ganancias inferiores a lo esperado. Pese a que el CEO, Borje Ekholm, quiere recortar costos operativos anuales en mil millones de dólares, se ha comprometido a seguir invirtiendo en 5G.

En Suecia, Ericsson ha construido una red de más de 30 antenas para cubrir unos dos kilómetros de túneles, usando equipos que se adhieren a los estándares propuestos, a pesar de que la inicial estandarización no cobrará forma hasta el verano. Volvo AB ha desarrollado un camión de carga operado a control remoto para transportar rocas.

ABB Ltd. suministra dispositivos inalámbricos para monitorear la calidad del aire. Y los investigadores de la Universidad Lulea de Suecia han creado sensores que rastrean actividad sísmica. Mikael Staffas, jefe de operaciones mineras de Boliden AB, dice que la red 5G permitirá que la firma y sus proveedores desarrollen equipos que los ingenieros aún no pueden imaginar.

"Tendremos una infraestructura muy competente, y tenemos que pensar en cómo usarla", dice. "Es un poco incierto, porque en realidad nadie ha comenzado a construir aplicaciones para velocidades más altas".

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