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Científicos mexicanos colaboran en la recreación del universo

La UNAM, BUAP, el Cinvestav y la Universidad Autónoma de Sinaloa trabajan, en conjunto con investigadores de 29 países, en el proyecto que busca, colisionando partículas subatómicas, recrear la primera materia existente.

El mexicano Carlos Duarte Galván desarrolla tarjetas de instrumentación electrónica que se usan en el Gran Colisionador de Hadrones, el mayor acelerador de partículas en el mundo, el cual que busca recrear la materia de los primeros instantes del universo.

Dichas tarjetas representan un ahorro para las universidades y para los investigadores que participan en el proyecto de construcción de colisionado, un anillo de 27 kilómetros de circunferencia, ubicado a 100 metros bajo tierra entre la frontera de Francia y Suiza, cerca de Ginebra. Es considerado por la comunidad científica como el proyecto más ambicioso de la historia.

El mexicano recordó que su acercamiento con el Gran Colisionador de Hadrones se dio ante la necesidad de gente especializada en electrónica para que desarrollaran sus instrumentos de acuerdo con una solicitud en particular.

Así se dio el vínculo con el doctor Ildefonso León Monzón, investigador de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), responsable del detector ALICE (A Large Ion Collider Experiment), diseñado especialmente para la colisión de iones pesados.

En esa facultad "me mostraron cómo están integrados todos los instrumentos, desde el detector hasta la computadora y todas las tarjetas electrónicas que están en medio. Me trajeron las tarjetas, me dediqué a revisarlas y a estudiarlas".

El proyecto, que reúne a investigadores de 29 países, colisiona partículas subatómicas, y cuenta con cinco detectores llamados ALICE, ATLAS, CMS, LHCb y TOTEM, para estudiar los elementos que componen la materia con la que está hecho el universo.

Entre las instituciones mexicanas que participan en la investigación se encuentra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

En la actualidad, estas se diseñan y se manufacturan en el laboratorio, "tenemos los equipos necesarios para comprar solamente los componentes electrónicos y aquí los ensamblamos".

Asimismo, el experto en electrónica de la Universidad Autónoma de Sinaloa explicó que ya se está haciendo la migración de la tecnología del Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales (CERN, por sus siglas en inglés), de Suiza, a México.

"Es decir, nos estamos trayendo la tecnología, no nada más se trata de ir a trabajar allá. Es muy importante la colaboración en aras de la investigación, pero hay que buscar el beneficio para nuestro país", añadió.

Con dichas tarjetas electrónicas, detalló, los investigadores mexicanos e incluso de otros países podrán realizar detectores, sin necesidad de comprarlos o viajar hasta el CERN.

"Es hacer un sistema electrónico, análogo a lo que hacen allá, para que los estudiantes de nivel medio superior y superior puedan hacer experimentos de física de altas energías, que no se quede nada más en la teoría", abundó.

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