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Esta máquina te ‘paga’ por tu basura

Carlos Eduardo Bustamante, fundador de la compañía que produce estos aparatos, dijo que con esto se busca premiar las acciones ecológicas de los usuarios.

Carlos Eduardo Bustamante estaba buceando cuando al toparse con basura se le ocurrió la idea de crear una máquina que reciclara latas y PET.

"Funciona como una máquina de refrescos pero al revés. En otros países del mundo, por ejemplo, en Canadá, existen máquinas que devuelven el impuesto (10 centavos de euro), es decir, te compran tu envase, pero aquí en México tuvimos que adaptarnos a nuestra cultura. Lo que hacemos es premiar las acciones ecológicas de los usuarios; subsidiamos el valor de la basura", explica el director general y fundador de BioBox.

Las máquinas se hacen en la CDMX con empresas como Softec y funcionan con dos modelos de recompensa: con puntos payback y con la app BioBox. En ambos casos, un punto equivale a 10 centavos, más que lo que cuesta un envase (2 centavos).

Los puntos acumulados pueden cambiarse por descuentos o promociones en establecimientos con los que la firma tiene convenio como: Comercial Mexicana, Seven Eleven, laboratorios Chopo, LOB, Devlyn, recargas de tiempo aire y algunos restaurantes. Si no quieres cambiar los puntos puedes donarlo a algunas asociaciones.

"La app te dice las ubicaciones de las máquinas más cercanas y puedes ir checando cuántos puntos tienes y en dónde puedes cambiarlos y con ella podemos saber quién es el usuario que la usa e interactuar con él con mensajes para cada perfil", señala Bustamante.

Todas las máquinas están conectadas a internet para darle seguimiento al programa de lealtad y para que la empresa pueda comunicarse vía remota con cada BioBox. "Cuando la máquina está a punto de llenarse manda un SMS para que hagamos la recolección justo a tiempo y siempre esté disponible para los usuarios", dice su creador.

La BioBox procesa la basura de dos maneras: puede compactar o triturar, cuando compacta le caben alrededor de mil envases y cando tritura pueden llegar a caberle hasta 3 mil 500.

"La máquina puede identificar si es aluminio, una lata o PET y dependiendo del material hace el proceso de reciclaje adecuado. Pesa el envase y hace la separación; además interactúa con el usuario a través de una pantalla táctil".

Bustamante cuenta que tuvo que enfrentar varios retos. "Más que un 'no' por parte del gobierno es el cómo lo debes hacer, son procesos largos y complicados", recuerda. "Hay que hacer un levantamiento en toda la Ciudad para ver cuáles son los puntos en dónde las vas a poner; exactamente en qué metro cuadrado lo vas a poner; dónde te vas a conectar a CFE. El tamaño de la máquina debe estar diseñado para el mexicano promedio, niños, adultos, personas en sillas de ruedas".

En cuanto a qué pasa con los envases de PET y aluminio recolectados, Bustamante afirma que garantizan que cada envase llegue a un lugar de reciclaje: En el caso del aluminio, se vende a diferentes distribuidoras. Para la hojalata tienen un con Wal Mart, y en 2017 las ocuparon para hacer calentadores solares y donarlos. En cuanto al PET cuentan con un acuerdo con Femsa y también lo llevan a una planta de hilo poliéster donde hacen cobijas y playeras.

Actualmente, sólo operan en la CDMX, pero tienen un convenio con Herdez y hay máquinas en Monterrey y Guadalajara en tiendas de autoservicio que únicamente reciben latas de frijol, atún y similares.

La primera máquina de BioBox se instaló en 2014 en la delegación Cuauhtémoc y planean terminar el 2018 con 280 máquinas en vía pública. Cada máquina recauda entre 500 y 800 envases diarios, aunque algunas llegan a juntar mil 500. Su meta es recibir al menos mil envases diarios y planean recolectar arriba de mil toneladas de PET en 2019.

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