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10 ciudades del mundo se alían para regular a Uber y Airbnb

Los alcaldes de ciudades como Nueva York, París, Seúl, Atenas y Toronto dicen haber encontrado la forma de convivir con este tipo de aplicaciones. Se reunieron en mayo para dialogar y en octubre habría una primera publicación de reglas comunes.

Uber y Airbnb buscan una expansión global y van a recibir una respuesta global.

Alcaldes desde Nueva York hasta París y Seúl consideran que han hallado la forma de convivir con este tipo de aplicaciones: trabajar juntos. Diez mercados preparan de forma conjunta una serie de normas comunes en un intento de hacerse escuchar e impulsar reglas más claras.

Las compañías están habituadas a tratar con organismos reguladores, pero en su mayor parte lo han hecho ciudad por ciudad. Eso va a cambiar: representantes de las ciudades, a las que también se han sumado Atenas, Barcelona y Toronto, han iniciado su primer esfuerzo conjunto para la creación de un marco común.

Si bien aún no hay disposiciones ni se ha elaborado una política al respecto, numerosos representantes municipales se reunieron por primera vez el mes pasado en Ámsterdam para dialogar. París insta a hacer una primera publicación para octubre.

"El hecho de que los 20 o 30 mayores mercados urbanos del mundo operen con reglas por completo diferentes no le hace bien a nadie", dijo Wiley Norvell, vocero del vice para vivienda y desarrollo económico del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

"Queremos que consumidores y turistas vean que hay coherencia de una ciudad a otra", dijo. Hay que "aprovechar las dimensiones de los mercados, que juntos son enormes, de modo tal que la voz de las ciudades tenga peso".

La regulación es uno de los grandes obstáculos que enfrentan compañías como Uber y Airbnb en su proceso de expansión. Tienen que convencer a los legisladores de que las apoyen en un contexto de reacción por parte de competidores establecidos más tradicionales y debatan sobre el impacto de las aplicaciones en las ciudades. Las dos compañías han sostenido por separado que sus aplicaciones tienen una influencia positiva en las ciudades y crean empleos. Aseguraron, además, que negociarán con funcionarios para asegurarse de que su actividad cumpla con las leyes locales.

DISTURBIOS, MULTAS

"Todos abordamos los mismos temas de seguridad, equidad, oportunidad económica y sostenibilidad", dijo Norvell sobre los mayores mercados del mundo para esas aplicaciones.

Hasta ahora, las respuestas gubernamentales han sido desparejas.

En Nueva York, han comprendido desde una demanda en la que se acusa a Uber de ser un proyecto antimonopólico hasta críticas a Airbnb por haberse convertido en una presunta plataforma para hoteles no regulados. En Francia, Uber ha enfrentado desde disturbios y huelgas de taxis hasta la decisión de un juez de multar a sus ejecutivos, si bien hasta ahora a Airbnb las cosas le han sido más fáciles. Otras ciudades, como Lisboa, han tomado medidas para flexibilizar la regulación.

El alcalde neoyorquino de Blasio ha analizado las ventajas y desventajas de los servicios de la economía colaborativa con varios alcaldes, entre ellos la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Equilibrar las necesidades locales de viviendas y nuevos servicios para turistas es un aspecto que a Hidalgo le preocupa especialmente, dijo Ian Brossat, que está a cargo de ese tema en la capital francesa.

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