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Competitividad, principal reto del sector siderúrgico nacional: ArcelorMittal

Este año ha sido malo por diversos factores que han puesto en riesgo la rentabilidad y sustentabilidad de la industria siderúrgica nacional, como el exponencial crecimiento de las importaciones rusas y chinas. Sin embargo, el sector automotor es una excelente oportunidad para avanzar.

El entorno económico prevaleciente en el mundo está afectando significativamente a la industria siderúrgica nacional e internacional.

Este año ha sido particularmente álgido por diversos factores que han puesto en riesgo la rentabilidad y la sustentabilidad del sector, como lo demuestra el exponencial crecimiento de las importaciones de acero de países como Rusia y China, provocados por una sobreoferta y una disminución de su demanda doméstica.

Asimismo, de acuerdo con los datos disponibles al primer trimestre del año, la depreciación del rublo (83 por ciento en febrero de 2015 con respecto al mismo mes del año anterior, y 115 por ciento si se compara con febrero de 2013) ha favorecido que los costos de producción en Rusia sean mucho más competitivos que los de la industria mexicana, lo que se traduce en exportaciones con precios inferiores al costo nacional de fabricación de productos semiterminados planos.

Este contexto se ha visto agravado por la significativa caída de los precios del acero, ocasionada por el desplome de 50 por ciento en el precio del mineral de hierro (cifra derivada de la comparación entre el precio registrado en febrero de 2015 con la del mismo mes de 2014), así como la abrupta caída de 50 por ciento en el precio del petróleo durante el mismo periodo, han provocado una importante disminución en los márgenes y cancelaciones de pedidos en el sector energético, afectando con ello a toda la cadena de suministro.

Tan sólo en planchón, las importaciones provenientes de Rusia se incrementaron 23 por ciento contra el año anterior debido a los factores antes mencionados, esto equivale a 1.06 millones de toneladas, correspondiente a 56 por ciento de las importaciones totales al país y a 82 por ciento de las ventas nacionales de planchón.

Las importaciones cuyo origen es Brasil han experimentado un incremento de 66 por ciento al pasar de 213 mil toneladas en 2013 a 354 mil en 2014. Por si fuera poco, los productos de acero provenientes de Ucrania en el mercado nacional han pasado de 46 mil toneladas a 236 mil, representando una tasa de crecimiento de 513 por ciento para el mismo periodo.

Aunado a lo anterior, existe una marcada tendencia a la baja en los precios internacionales de la chatarra que se agudizó en septiembre de 2014, afectando el precio final de los productos largos, lo que sumado al aumento en el flujo de importaciones sin precedente de alambrón provenientes de China (90 por ciento más que la cifra registrada en el mismo periodo de 2013) y al recorte presupuestal anunciado por el gobierno, hará que la segunda mitad de este año sea aún más compleja.

Otro factor que ha restado competitividad al mercado doméstico de cara al incremento de las importaciones es la disminución del costo en los fletes internacionales, los que a diferencia de los nacionales han sido favorecidos por la disminución del precio del petróleo. Lo cual se refleja cuando vemos que las importaciones totales de planchón (1.89 millones de toneladas) superan a las ventas nacionales (1.3 millones de toneladas).

Adicionalmente, debemos considerar que, en términos generales, nuestros costos de producción son más altos que en varios países, lo que nos ocasiona fuertes dificultades para competir con los precios que éstos ofertan al mercado internacional.

En este sentido, si bien es cierto que a partir de la aprobación de la reforma energética las tarifas de electricidad mejoraron, nuestros costos de mano de obra, sumados a la competencia desleal de los países referidos, continúan siendo un factor que debemos solucionar a la brevedad, por lo que debemos posicionar a la competitividad como nuestro principal reto para este año.

Para lograr sortear el entorno actual, es indispensable que nos demos a la tarea de agilizar los procesos y mecanismos a nuestra disposición para frenar la importación desleal de acero. Si bien como país hemos privilegiado una política de cero aranceles, en un contexto económico tan complicado como en el que nos encontramos actualmente, debemos tener la sensibilidad para revisar el detalle de los sectores que se han visto más impactados para determinar la pertinencia de hacer una excepción a la regla en tanto esté plenamente justificada.

En este sentido, la política arancelaria no puede ser "one size fits all", existen matices y diferencias entre empresas y sectores. Una medida en este sentido podría ser la instrumentación de una salvaguarda temporal, que permita equilibrar las condiciones de la competencia para los productores locales, así como impulsar los proyectos de infraestructura con contenido nacional.

Un ejercicio como el que sugerimos pudiera incluso terminar fortaleciendo la creación de empleo, la derrama económica y la industrialización del país.

En la industria estamos conscientes que únicamente trabajando como un sector unido, de la mano del gobierno, podremos continuar capitalizando los beneficios de la reforma energética y adaptarnos al entorno de alta volatilidad que estamos viviendo. Al respecto, cabe mencionar que la disminución de 23 por ciento en el costo de la electricidad registrado en febrero de 2015 (en comparación con el mismo mes de 2014), es uno de los componentes que nos ha ayudado a mitigar favorablemente estos efectos, permitiéndonos reducir en 20 por ciento el costo de nuestro consumo eléctrico.

Por esto reconocemos la importante labor del gobierno federal para seguir apoyando al sector siderúrgico nacional, clave para impulsar a todo el sector industrial del país.

Vivimos tiempos difíciles, pero también de grandes oportunidades si sabemos aprovecharlas. Como industria tenemos mucho por mejorar, tanto en competitividad como en productividad. En este sentido, debemos incrementar la eficiencia de nuestros procesos, reducir costos y ofrecer al mercado aceros de la más alta calidad a precios competitivos.

Considerando lo anterior, en ArcelorMittal México estamos trabajando para diversificarnos y atacar el mercado automotor. Para ello, enviaremos nuestro planchón a la planta de Calvert, Alabama, donde será transformado para atender las necesidades de la industria automotriz mexicana.

Asimismo, consideramos de suma importancia continuar con nuestros procesos de innovación y desarrollo de nuevos productos, como nuestra varilla G-56, la cual generará eficiencias en la construcción de edificios con requerimientos antisísmicos. En este sentido, cabe señalar también las pruebas que hemos estado realizando a nuestros productos bajo UAHSS, los cuales se encuentran en etapa de validación.

En ArcelorMittal, uno de los principales productores de acero del país y el líder a nivel mundial, creemos que el sector debe mantenerse unido para contribuir en la transformación del país, trabajando en equipo junto con nuestros clientes, gobierno, sindicato y comunidad para sortear el
difícil panorama que actualmente vive la industria, y no ver afectadas nuestras operaciones y fuentes de empleo.

Tenemos la certeza de que la voluntad de las partes y el trabajo en equipo, son las mejores herramientas para alcanzar la competitividad que necesitamos, a fin de tener un panorama más optimista que nos permita contribuir al desarrollo de México.

* CEO de ArcelorMittal México.

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