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Tus datos están en línea, ¿sabes si están seguros?

Gobiernos y empresas tienen que manejar diariamente una cantidad masiva de información de los ciudadanos, pero tan sólo en México actividades criminales como el espionaje cibernético representaron costos por tres mil millones de pesos anuales.

Hoy, como nunca, hay más datos personales en línea, seguramente tú compartes muchos cada día a través de redes sociales, correos, formularios, así como registros públicos y privados. Gobiernos y empresas tienen que manejar de manera rutinaria cantidades masivas de información personal.

Sin embargo, en 2013, 552 millones de identidades resultaron expuestas debido a ciberataques, 493 por ciento más que el año previo, de acuerdo con el Reporte sobre Amenazas a la Seguridad en Internet 2014, publicado por Symantec.

La información más sensible a estos ataques fue tu nombre, ya que en 84 por ciento de los incidentes de 2013 este dato resultó expuesto.

Le siguieron fechas de nacimiento en 51 por ciento de los casos, y números de identificación del gobierno, como los de seguridad social, en 47 por ciento.

¿Y cómo te afecta? Una enorme cantidad de datos es reunida y vendida por grupos criminales internacionales, que la aprovechan para, por ejemplo, suplir identidades o hacer mal uso de cuentas bancarias.

Cifras oficiales del Reino Unido señalan violaciones cibernéticas en 93 por ciento de las grandes compañías del país y en el 87 por ciento de las pequeñas empresas. En algunos casos, los autores incluso podrían tratarse de otros Estados con motivaciones políticas.

Symantec identificó recientemente una campaña de ciberespionaje que involucró un sofisticado código malicioso (malware) y cuyo blanco central fueron algunos gobiernos y sus embajadas, principalmente de países del Este de Europa. Considerando los blancos y la avanzada naturaleza del malware utilizado, se presume que detrás de esta operación se encuentra un grupo apoyado por algún Estado.

Una de las líneas de ataque fueron correos electrónicos de spear phishing, que aparentan ser de una persona o empresa conocida para obtener información confidencial. En este caso, los correos simulaban provenir de un agregado militar de una embajada de Medio Oriente y contenían un archivo adjunto infectado, el cual iba disfrazado como minutas de reuniones.

Entidades gubernamentales alrededor del mundo son el principal blanco de esta técnica, con 16 por ciento de los ataques registrados el año pasado.

Las violaciones de datos a gran escala sobre el final del año pusieron de manifiesto que los delitos cibernéticos siguen en proliferación y amenazan a gobiernos, empresas y ciudadanos de todos los países.

Y los mexicanos no son ajenos a estas amenazas, en 2013, el espionaje cibernético, la violación de datos sensibles en las empresas y otros tipos de delitos por internet representaron costos por tres mil millones de dólares en el país.

Y aunque los delitos cibernéticos representan grandes beneficios para los criminales, la perspectiva de capturar a los hackers y estafadores en línea demostró ser limitada en todas las jurisdicciones.

El camino para frenar estos ataques son las alianzas entre el gobierno, la industria y la sociedad civil del país para que la información sea compartida, se establezcan mecanismos de cooperación, y luchen unidos para reducir el impacto del cibercrimen.

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