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Pese a Trump, el comercio con EU y Canadá seguirá

César Buenrostro, socio de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG en México, advierte que pese a la postura que mantiene el presidente de EU, Donald Trump, sobre el TLCAN, el comercio entre los países que lo integran no cesará. 

Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa con sus críticas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su amenaza de abandonarlo, el comercio con ese país y con Canadá no cesará.

El comercio entre México, Canadá y Estados Unidos no se va a detener, incluso si se diera una salida unilateral del tratado por parte de Trump

subrayó César Buenrostro, socio de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG en México. 

Además, explicó el especialista, dicha salida unilateral tiene pocas posibilidades de suceder, pues requeriría la aprobación del congreso y daría pie a una serie de litigios, aunque, de ocurrir, las repercusiones más importantes se darían debido a que se tendría que retomar el pago de aranceles utilizando las tasas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

"Esto representaría un alza de costos, lo que mermaría la competitividad de los países y de la región, lo que no sería bueno para nadie", detalló Buenrostro.

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Ante esta situación de incertidumbre, además de estar pendientes a los comunicados oficiales, los empresarios pueden consultar el KPMG Nafta Insights, un boletín que se emite tras cada ronda de negociación en el que los especialistas analizan los datos disponibles para dar recomendaciones de negocios y políticas.

KPMG también sugiere a las empresas realizar un análisis de escenarios, en conjunto con sus corporativos o filiales en Estados Unidos y Canadá, para poder estimar el grado de afectación e ir un paso adelante en la generación de planes de respuesta.

Además, hay que revisar cómo queda el tema de contenidos nacionales y el impacto en las cadenas de proveeduría, por lo que las empresas deben comenzar a desarrollar proveedores locales que puedan ofrecer la calidad, volúmenes y precio requeridos para empezar a sustituir lo que se trae del extranjero.

"Pero hay que tomar en cuenta que Trump quiere que la proveeduría venga de Estados Unidos, especialmente en sectores como la industria automotriz, lo que mermaría la competitividad", detalló Buenrostro.

Las negociaciones podrían terminar este año o alargarse hasta el primer trimestre de 2018, por lo que la incertidumbre continuará. "Los empresarios deben actuar con cautela y seguir atentos a los avances", recomendó el especialista.

Si esperan hasta tener la versión final de la renegociación, tendrán menor tiempo de reacción y menor margen de maniobra para minimizar lo más posible las afectaciones a su negocio, advirtió Buenrostro.

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