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Nuestra conducta definirá el futuro de la infraestructura

Qué hacer con lo que tenemos actualmente, de dónde conseguir más financiamiento y la transparencia en las conductas de inversión serán prioridades en la materia

El sector de infraestructura se enfrenta a grandes cambios y adaptaciones, no sólo en México, sino en todo el mundo, debido a la convergencia entre la energía, el transporte alterno sustentable y la tecnología.

Ignacio García de Presno, socio Líder en Asesoría de Infraestructura de KPMG en México, compartió en entrevista que la planeación de la infraestructura debe tomar en cuenta también las conductas de los consumidores para su diseño.

Si tomamos como partida el modo de vida de los millenials, quienes buscan minimizar las emisiones de carbono, utilizan aplicaciones digitales de transporte y hacen homeoffice para evitar el tránsito de la ciudad, los sectores público y privados deberán reformular el financiamiento, desarrollo y operación del sector enfocándose en estas nuevas demandas.

Otra de las medidas que obligará al sector a evolucionar, agregó el especialista, es sacar más uso de la infraestructura con la que ya se cuenta, ya que éstas están diseñadas para soportar picos de demanda, y dada la imposibilidad de ampliarlas infinitamente se busca extraer más de lo que ya se tiene.

García de Presno añadió que los inversionistas son cada vez más conscientes no sólo del beneficio financiero que se obtiene, sino de que sus inversiones sean socialmente productivas, ambientalmente benéficas y que estén apoyadas en la tecnología. "Por ello se refiere a ellas como inversiones inteligentes", declaró.

Estas tendencias también aseguran que las rentabilidades sociales, económicas y ambientales, así como sus procesos, se lleven a cabo con total transparencia porque, aseguró Ignacio García, no hay que olvidar que la infraestructura es siempre pública.

MÉXICO, ¿ENTERADO DE ESTAS TENDENCIAS?

Nuestro país, desde hace tiempo, realiza evaluaciones sociales de los proyectos para que la Secretaría de Hacienda programe recursos en su desarrollo, ya sea de carácter público o privado, lo que lo posiciona como un referente en materia de análisis de rentabilidad social para proyectos de infraestructura.

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