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Aguas profundas e infraestructura para importar gasolinas, las oportunidades pendientes de la reforma energética

Para la Ronda 1.4, que comprende la licitación de yacimientos de aguas profundas, se espera que las petroleras mundiales hagan inversiones estimadas en entre 4 y 6 billones de dólares, comentó Rubén Cruz, Socio Líder de Energía y Recursos Naturales de KPMG en México.

La celebración de la Ronda 1.4 de yacimientos de aguas profundas, que se licitarán en diciembre y el desarrollo de infraestructura para importación de gasolinas, son dos de las grandes oportunidades que aún guarda la reforma energética en el corto plazo para la iniciativa privada, aseguró el Socio Líder de Energía y Recursos Naturales de KPMG en México, Rubén Cruz.

"El alma de la reforma energética son las licitaciones de aguas profundas que veremos en diciembre, donde sí hemos visto grandes petroleras hacer análisis para participar y hacer una postura económica firme, por un contrato de licencia", afirmó.

Agregó que para la Ronda 1.4, llamada 'La Joya de la Corona', se espera que grandes petroleras mundiales hagan inversiones entre cuatro y hasta seis billones de dólares en el largo plazo, tomando en cuenta que el primer barril de crudo de esas asignaciones se podrá ver hasta el octavo o décimo año después de haber sido asignadas.

"Es en aguas profundas donde podemos esperar que se encuentren los yacimientos más importantes. Si bien en las tres primeras rondas hubo porcentajes de asignación interesantes, debemos decir que cada evento es diferente. En la primera ronda sólo se asignaron dos campos, en gran medida porque no se conocieron los mínimos que pedía Hacienda, en la segunda cuando sí se dieron a conocer los valores mínimos de inversión y hubo más asignación, y en la tercera no sólo no había riesgo de exploración, sino que además eran proyectos en tierra y con cierta infraestructura desarrollada, lo que la hizo muy atractiva, pero cada una fue diferente", explicó.


Cruz indicó que además de la licitación de yacimientos de aguas profundas, otra gran oportunidad de inversión vendrá por la parte del desarrollo de infraestructura de transporte y almacenamiento para la libre importación de gasolinas, que arrancó justo en el mes de abril para privados.

"Hemos detectado interés de la iniciativa privada para participar en el almacenamiento y la distribución de combustibles", reconoció el experto.
Destacó que también existe un gran potencial de negocios para la apertura de más estaciones de servicio de combustibles, una vez que el mercado de importación de gasolinas comience a consolidarse.

"En México tenemos 11 mil 400 estaciones de Pemex y nosotros estimamos que hay potencial para abrir al menos 5 mil 500 en los siguientes cinco años. Tan sólo en la Ciudad de México hay 385 estaciones de servicio que atienden a un parque vehicular de 12 mil autos en promedio, cuando en una ciudad como Los Ángeles, la atención promedio de las gasolineras es de 3 mil vehículos", anticipó.

Detalló que con la apertura de más gasolineras en México, también se abrirá la oportunidad para establecer un mayor número de tiendas de conveniencia, tal como ocurre en Estados Unidos, donde el 80 por ciento de las estaciones de servicio se encuentra 'apalancada' a un comercio, lo que a su vez alienta el consumo.

El experto en temas energéticos, también destacó que es posible que a finales del año se tengan avances sobre las asociaciones 'farmouts' de Pemex, a las que se sumarán las ventas de activos no estratégicos, como las refinerías, anunciadas por el director general de Pemex, José Antonio González Anaya.

"La realidad de Pemex es que hoy tiene una crisis de liquidez y para llevar a cabo sus actividades de inversión necesita materializar sus asociaciones en el corto plazo y analizar con qué negocios se queda solo, en cuáles se asocia y en cuales desinvierte, por ejemplo en etileno y refinación", apuntó.

El socio de KPMG, Rubén Cruz, también habló del efecto de la reforma energética en el sector eléctrico, que recientemente llevó a cabo la primera subasta, en la que los proyectos eólicos destacaron por su potencial.

"En la primera subasta eléctrica las ganadoras fueron las renovables, en especial la fotovoltaica, lo que sorprende en México", afirmó. "La gran noticia de la segunda subasta fue la competitividad de la energía solar, frente a otros tipos de generación", dijo.

Finalmente anotó que aunque nadie pudo prevenir que la apertura energética de México coincidiera con un escenario mundial de caída en los precios del petróleo, en su opinión, los resultados vistos hasta ahora son alentadores e incluso anticipó que en el futuro veremos precios del barril en alrededor de 45 dólares.

"Lo que esperamos ver es que el país no se detenga, que el plan quinquenal se ejecute, y que se mande una señal al mercado de continuidad, aunque lleguen partidos distintos a gobernar, se necesita darle certidumbre al plan energético, para ver multiplicarse las inversiones", puntualizó.

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