Sociedad

Piden transformar modelo educativo para evitar el fracaso de la reforma laboral

Organismos como Suma por la Educación y Proeducación, señalaron que se requiere la transformación del modelo educativo para que la reforma "política, administrativa y laboral" emprendida el año pasado, no fracase.

CIUDAD DE MÉXICO. Si no se pone en el centro del debate la transformación del modelo educativo, la reforma "política, administrativa y laboral" emprendida el año pasado, corre el riesgo de fracasar, aseguran organizaciones de la sociedad civil.

En conferencia de prensa, Francisco Landero, presidente de Suma por la Educación, señaló que aunque los cambios emprendidos hacen un año eran necesarios, la verdadera reforma se dará cuando el modelo educativo responda a las exigencias del mundo global, algo que todavía no se consigue.

Es por ello que organizaciones civiles congregadas en 10 por la educación, proponen considerar algunos principios fundamentales para tomar en cuenta a la hora de implementar dicho modelo.

Para Pilar Parás, titular de la organización Proeducación, su propuesta de modelo se centra en 10 puntos principales: tecnología, infraestructura, metodología pedagógica, participación social, valores, gestión escolar, evaluación, profesionalización docente, currículo y gasto educativo.

El primero de ellos dijo, debido a que es preocupante que el 50 por ciento de las escuelas de educación básica, no cuente ni siquiera con internet; en materia de infraestructura consideró "gravísimo" que 20 mil 447 escuelas no cuenten con baños, por lo que su propuesta versa en tener instalaciones dignas y con la infraestructura elemental.

También piden contar con una metodología pedagógica que sea congruente con los conocimientos esperados, algo que ahora es imposible con el 82 por ciento de maestros que sigue "casado" con el método pizarrón-repeticiones.

En el rubro de participación social, las ONG's destacaron que aunque el 95 por ciento de los padres creen que su participación mejoraría la escuela, sólo asisten una sola vez a los consejos escolares. De ahí que la necesidad de que el modelo considere un diálogo permanente con todos los actores involucrados y no sólo para temas de recolección de fondos, sino para todo el quehacer pedagógico.

Landero abundó que entre sus propuestas resaltan la importancia de impregnar de valores todo el proceso educativo y no sólo incluirlo como un tema o asignatura más, sobre todo ahora que se habla de 18 millones 781 mil 875 alumnos que sufren de acoso escolar.

En materia de gestión escolar los organismos piden asignar presupuestos específicos a todas las escuelas, con rendición de cuentas y responsabilidades establecidas, toda vez que a la fecha no cuentan con autonomía.

La séptima dimensión que proponen es la de evaluación, pero aquella en la que sus resultados en verdad sean medibles a la luz de la mejora educativa. Y lo mismo aplica para la profesionalización docente, pues los incentivos salariales, dicen, deben ir más ligados a sus actividades dentro del aula y su desempeño docente y no por actividades fuera de clases.

Finalmente destacan el currículo (el cual debe propiciar el desarrollo integral del alumno, atendiendo aspectos cognitivos, emocionales y volitivos y no sólo de aprendizaje) y el gasto educativo, donde debe mejorarse la distribución, pues actualmente sólo el 0.4 por ciento se va a inversión educativa, en tanto que el 92 por ciento se utiliza para pagos de nómina.

¿Hacia dónde queremos que vaya la educación? ¿Qué necesitan los estudiantes para enfrentar la vida y el trabajo? ¿Qué dimensiones facilitarán que los estudiantes mexicanos tengan más oportunidades? ¿Qué es un verdadero desarrollo integral de la persona? Esas son preguntas todavía no resueltas por nuestro modelo educativo actual, sostuvo Landero.

Para él, el modelo educativo está en riesgo si no se escucha a la sociedad y a los actores educativos, pues si bien se realizaron foros de consulta, estos no deben ser canales exclusivos para la participación social.

Enfatizó que el modelo educativo está en riesgo si se toman decisiones centralistas, sin el conocimiento regional o local de las diversas realidades.

"Para que tenga sentido la reforma política, administrativa y laboral del año pasado, es necesario poner el acento en el modelo educativo, si no, hay riesgo de que toda la reforma fracase", concluyó Landero.

También lee: