Sociedad

Torreblanca califica de farsa las acusaciones sobre faltante

El exgobernador de Guerrero se defendió de la acusaciones del Contralor, Antonio Arredondo Aburto, en cuanto al manejo inadecuado de mil 300 millones de pesos, al afirmar que se trata de una maniobra absurda

CHILPANCINGO. Luego de asegurar que es el primer procedimiento al que se le cita por parte de la Contraloría General del estado de Guerrero, el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo calificó tal acción como una burda farsa al señalar además que esta instancia ha basado sus dichos en dos testigos que señalaron que el ex Secretario de Salud, Antonio Jaimes, no cumplió con su responsabilidad "porque el gobernador se lo dijo".

Se defendió de la acusaciones directas del Contralor, Antonio Arredondo Aburto, en cuanto al manejo inadecuado de mil 300 millones de pesos, al afirmar que se trata de una maniobra absurda, fuera de lugar y desaseado. "Ni siquiera para ser malosos presentan una cosa tan burda de esta naturaleza".

Dijo que en esta comparecencia señaló la deslealtad de algunos funcionarios como el caso particular del ex Secretario de Salud, Antonio Jaimes a quien responsabiliza de haber tenido un manejo irresponsable de recursos durante su administración "y haber tratado de salir lo menos raspado echando culpas a los demás" cuando fue citado en la Contraloría.

El ex gobernador comentó que su culpa fue haber confiado en algunos funcionarios: "acuérdense que en son de broma les decía yo a ellos que los aplausos eran para todos y las mentadas de madre siempre me las llevada yo. Digo. Ustedes saquen sus propias conclusiones".

Luego arremetió en contra del gobernador Ángel Aguirre Rivero a quien llamó "profesional de la mentira"; traidor; señor congruente pero traidor congruente. Eso lo sabemos, lo saben todos ustedes y lo sabe la sociedad. Luego entonces que se pueden imaginar ustedes de un personaje que tiene despedazado al estado de Guerrero".

Salió a colación pues dijo que no le queda duda que el interés del gobernador es frenarlo en sus aspiraciones de volver al ámbito político y de ser posible como presidente de Acapulco de nueva cuenta-

Fue enfático al señalar que no hay nada formal de peso en su contra. Ni órdenes de aprehensión ni nada y que si se amparó fue a sugerencia de sus abogados.

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