Sociedad

Surge red ciudadana en defensa de peatones

CIUDAD DE MÉXICO. Aunque el tema de los peatones se ha convertido en un discurso político, la realidad es que el transeúnte en las ciudades mexicanas está olvidado por los gobiernos, los cuales no invierten en ellos ni tienen una política clara y concreta para garantizar su movilidad de manera digna, eficiente y segura, acusaron especialistas y activistas en el Primer Congreso Nacional de Peatones, celebrado en Pachuca, Hidalgo.

Reunidos por primera vez en la Liga Peatonal, una red de agrupaciones promotoras de los derechos y la infraestructura para peatones de al menos 12 ciudades, surgida en internet, los activistas anunciaron que éste será el inicio de un movimiento en defensa de los que andan a pie para presionar a las autoridades a diseñar políticas con presupuestos claros.

Roxana Montealegre, integrante del colectivo Todos somos Peatón, organizador del Congreso, explicó que se trata de "redignificar al peatón, que la gente se sienta contenta de serlo, porque hoy pareciera que somos menos en la calle y eso es muy triste, porque al final del día todos lo somos".

"Es muy importante que la gente lo entienda así, hoy ni se lo plantea, creen que sólo son automovilistas o ciclistas, pero todos somos peatones", dijo.

Comentó que "hay una idea recurrente de que no está bien hecha la ciudad para las personas y fue diseñada en los últimos años para el automóvil", por ello, se busca "generar un respeto cuando no eres peatón hacia el que sí lo está siendo en ese momento e influir en la toma de decisiones para que esto cambie".

Por su parte, Dana Corres, también integrante de Todos somos Peatón, lamentó que hoy en día la gente no valore a "la caminata como un disfrute. Caminamos porque tenemos que hacerlo, porque la combi nos deja lejos, pero no es una onda de disfrute que sí fue hace muchísimos años. Los aztecas caminaban para encontrar algo, para encontrar un águila y una serpiente, y para llegar a ese lugar no iban a caballo, no iban en coche, iban caminando, sus pies eran su razón de ser".

Opinó que "después de unos 50 o 70 años sí se está redescubriendo lo que es ser peatón en México".

Rumbo a una agenda peatonal

En un programa que incluyó un paseo a pie con niños con discapacidad, una caminata nocturna por el barrio Del Arbolito y un ciclo de conferencias, los grupos pro peatón del país lograron conocerse y plantear los trabajos que vendrán para impulsar una agenda peatonal en sus ciudades.

En el ciclo de conferencias, Roberto Remes, creador del concepto Rey Peatón, afirmó que la política peatonal en los gobiernos debe ser horizontal. Propuso que se limite la velocidad de los vehículos a 50 kilómetros por hora en vías rápidas para evitar más accidentes viales y que todos los choferes de la administración pública sean capacitados para respetar al peatón.

Rodrigo Díaz, experto del Centro de Transporte Sustentable Embarq, aseguró que la teoría de la pirámide en la que el peatón es prioridad, seguido de ciclistas, transporte público y automovilistas, debe ir más allá de un discurso y reflejarse en la creación de instituciones dedicadas a la movilidad peatonal que garanticen su prioridad; en el acomodo de la estructura urbana, para que sea el peatón el que más espacio tenga en las calles.

Además, debe reflejarse en el uso de recursos públicos para crear infraestructura, pues aunque los gobernantes presumen que el peatón es la prioridad, los presupuestos siguen beneficiando más a los automóviles, como los seis mil 500 millones de pesos para construir puentes en el Circuito Interior del DF.

Dijo que es necesario que los políticos que enarbolan la bandera de la movilidad peatonal definan presupuestos y metas claras para beneficiarlos.

Con él coincidió Xavier Treviño, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, en inglés), quien afirmó que es urgente definir una agenda peatonal para que los gobiernos comiencen a trabajar en ella. Para lograrla, se requiere presentar proyectos exitosos en otras partes del mundo, y documentar y medir las propuestas y los cambios.

Lilián Sol de la Cueva, del Centro de Transporte Sustentable Embarq, alertó de que no existe una garantía para que las mujeres puedan caminar de manera tranquila sin que sean acosadas o agredidas, por la falta de iluminación, la falta de espacios dignos para caminar y los obstáculos que permiten que los agresores se escondan.

Alan Jiménez, representante de la Red por los Derechos de la Infancia en México, afirmó que las políticas peatonales deben satisfacer las necesidades de los niños y considerarlos sujetos de derecho y no objetos de protección, pues ellos también caminan en las ciudades y serán sus futuros ciudadanos.

Los representantes del colectivo Moreleando, de la ciudad de Torreón, Coahuila, expusieron su experiencia de activismo para lograr que la principal avenida de esa capital, sumergida en una ola de violencia, pudiera ser "tomada" por los ciudadanos para caminar de noche.

Para ello, fue necesario que los propios organizadores convocaran a una colecta que juntara recursos para cambiar las luminarias fundidas, ante la inacción de las autoridades municipales que argumentaban no tener dinero para cambiar los focos que no servían en esa vialidad.

Además, se enfrentaron a la cerrazón de las autoridades que aseguraban que las luminarias son para iluminar el paso de los autos, no de los peatones.

Marco Cancino, activista de la asociación civil Inteligencia Pública, lamentó que los peatones no estén organizados para exigir una política pública a su favor y los exhortó a agruparse para presentar propuestas coherentes a los gobiernos.

Daniel Caleb, un artista urbano de Monterrey, presentó una compilación de fotografías de evidencias peatonales en las calles, como los zapatos viejos tirados en las vialidades o tenis colgados de cables.

Armando Martínez, del Instituto de Geografía de la UNAM, lamentó que las bases de datos de diferentes dependencias relacionadas con accidentes de peatones tengan estructuras distintas y no exista una homologación para estudiar el fenómeno que en 20 años ha dejado más de medio millón de transeúntes atropellados en México.

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