Sociedad

La moneda también es arte


 
 
Sandra Marina / enviada
 
SAN LUIS POTOSI, SLP. A casi 500 años de vida, la Casa de Moneda de México ha producido las monedas de curso legal del país, pero también se ha distinguido por importantes premios internacionales que han recibido algunas de sus artesanales creaciones.
 

La fidelidad en la interpretación de sus diseños, la belleza y calidad de sus grabados, puntualidad en las entregas, además de la garantía en la pureza y peso de los metales utilizados en cada pieza, son motivo del reconocimiento mundial.
 
Iconos y significados de nuestras culturas prehispánicas y momentos que han marcado nuestra identidad y desarrollo, son distintivos de las monedas de cuño corriente o materiales finos que llegan a pasar inadvertidos en una sociedad consumista.
 
Salvador García Lima, encargado de los Servicios Educativos del Museo Casa de Moneda, hace un recuento de las cinco monedas que él considera como las más bellas de la historia de México y destaca la importancia de agregar a la moneda, como medio de cambio, valores fundamentales "no tan comunes y claros para la mayoría de las personas".
 
En este sentido, enumera lo que es el valor intrínseco de la moneda, el documental: sus materiales, métodos, imágenes empleados en su fabricación son testimonio claro del momento en que se acuñaron y hablan del contexto económico, político, militar y religioso, social de la época.
 
También, agrega, la moneda tiene un importante valor como forjadora de identidad toda vez que difunde los símbolos y emblemas en los que se reconoce la sociedad, y de las bellas artes, reconocida en sus grabados, "una de las razones del prestigio alcanzado a nivel mundial".
 

De acuerdo con García Lima son cinco las monedas que se han convertido por mérito propio en piezas emblemáticas de la numismática mexicana:
 
Dos Mundos y Dos Mares. El sobrenombre se debe "al sobrio y magnífico" diseño de su reverso, donde los símbolos han posible que el viejo y nuevo mundo se agrupen bajo el dominio de la corona española.
 

Se trata de la primera moneda acuñada en plata con maquinaria en la Nueva España. "Es perfectamente circular y su canto está bellamente acordonado". Esta moneda se fabricó durante 40 años y en 1772 fue sustituida por la moneda llamada "de busto" por ostentar la efigie del monarca en turno.
 

¿Águila o Sol? Al instaurarse la República en 1823, el Congreso estableció un nuevo tipo de moneda que se ajustaba al sistema español de Reales para monedas de plata y de Escudos para las de oro. "La pieza de 8 Reales es de una sencillez majestuosa", donde en una de sus caras muestra un gorro frigio -antiguamente, en Asia menor, se colocaba un gorro al esclavo que lograba su libertad-, enmarcado por un gran resplandor que representa la razón.
 

Pero como el pueblo no conocía este significado lo relacionó con los rayos del sol y debido a que en el anverso contiene el escudo nacional, de aquí surge el muy conocido "Águila o sol" cuando se realiza un volado.
 
La de $20 de Maximiliano. Muchos ven esta pieza de oro un símbolo del esplendor del efímero segundo Imperio mexicano, cuyo trono ocupó Maximiliano de Habsburgo. En la cara de la moneda aparece el busto de Maximiliano y un pequeño moño que consigna los nombres de los tres grabadores "de una calidad excepcional" que trabajaron durante aquellos años en las Casa de la Moneda: Sebastián Navalón, Antonio Spíritu y Cayetano Ocampo.
 
Los Primeros 100 Años. Con motivo del primer centenario de la Independencia nacional, apareció en 1910 una moneda conmemorativa de 1 peso, que el gobierno de Porfirio Díaz encargó al grabador francés Charles Pillet. Fue conocida popularmente como "Peso de caballito", pero realmente se trata de una Libertad a caballo que, empuñando un antorcha , cabalga sobre un horizonte soleado: la Libertad que resplandece.
 

20 Centavos de "Pirámide". Es un referente común de varias generaciones de mexicanos, pues a lo largo de 31 años esta moneda de cobre era esencial para hacer llamar desde un teléfono público. Su diseño es una muestra clara de los valores nacionalistas de toda una época, desde 1943 hasta 1974. La larga permanencia de esta moneda en el sistema económico del país le permitió ostentar por el anverso tres versiones distintas del escudo nacional.
 
Además, desde hace 15 años, México ha obtenido el título a la moneda más bella de la Tierra en diferentes ocasiones con la Onza Libertad, 1998; conmemorativa del Segundo Milenio, 2000, y Calendario Azteca, 2008, entre otras.
 

 
 
 
 
 

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