Sociedad

Inconformes con obras en Masaryk protestan en Polanco

En contra de las adecuaciones viales que el GDF pretende realizar tras la remodelación de la avenida Presidente Masaryk, un grupo de colonos de Polanco llevó a cabo un plantón en el parque Lincoln y un bloqueo en las calles de Emilio Castelar, Julio Verne y Luis G. Urbina.

CIUDAD DE MÉXICO.- Vecinos de Polanco se manifestaron en las inmediaciones del Parque Lincoln y bloquearon las calles de Emilio Castelar, Julio Verne y Luis G. Urbina en contra de las adecuaciones viales que el gobierno de la ciudad planea en la zona tras la remodelación de la avenida Presidente Masaryk.

La protesta duró menos de media hora, en la que participaron alrededor de 100 vecinos.

María Teresa Ruiz, integrante de la asociación La Voz de Polanco, explicó que la de esta tarde es la segunda movilización de vecinos, después de la del 27 de agosto, para exigirle al gobierno del Distrito Federal que no aplique el esquema de contribución por mejoras a la zona residencial para financiar el proyecto, pues no ha sido lo que se les prometió.

Además, también piden que no se hagan las modificaciones viales que pretenden, como el cierre de la calle de Newton al llegar a la glorieta de Arquímedes, la habilitación de Lamartine como par vial y el cierre de la calle de Emilio Castelar para desviar por Goldsmith el flujo vehicular.

"Eso va a ocasionar que induzcan el tráfico a la zona residencial y va a complicar más la vialidad", opinó.

La reunión de vecinos en el Parque Lincoln concluyó con la recolección de firmas en contra de dichos proyectos del gobierno.

Sobre la reunión que tenían programada para esta tarde con el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, y la titular de la Autoridad del Espacio Público, Dhyana Quintanar, para tratar el tema de las bahías, Ruiz informó que fue cancelada por las autoridades.

De acuerdo con Georgina Ricks, una de las vecinas inconformes con la falta de transparencia en las obras y la falta de claridad por parte del gobierno, la rehabilitación de Masaryk, la avenida cosmopolita más importante del país, ha implicado fugas de agua potable, fallas en red eléctrica, en internet, falta de agua, caídas, fracturas, vidrios y drenajes rotos, inundaciones, tala indiscriminada, basura, ruido, tolvaneras, mayor tráfico, caos vial, quiebra de negocios, pérdida de empleos, asaltos, gastos médicos, pago de pipas de agua, pago de pensiones, persecución de las "arañas".

De acuerdo con los inconformes, que además el pasado 8 de septiembre solicitaron al jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, audiencia para pedirle que no aplique el pago de contribución por mejoras, las obras en Masaryk han ocasionado molestias y no ha sido bien informada.

"Complicaciones que hubieran podido evitarse o al menos reducirse si el gobierno del DF y las dependencias a cargo del proyecto hubieran tenido voluntad política y atendido al ciudadano afectado", reclamó.

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