CIUDAD DE MÉXICO. Aunque permanecen las tablas que bloquean el acceso a la torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los encapuchados que vigilaban la barricada abandonaron el espacio al filo de las 11 de la mañana.
En la zona quedaron las tablas con pintas en demanda de la renuncia del rector José Narro Robles y de la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, así como contra la presencia de la policía en el campus universitario.
Además quedó un montículo de ceniza de la fogata que probablemente prendieron durante la madrugada de este martes.
Previamente a su retirada momentánea, los jóvenes que resguardan el lugar dieron un mensaje sin capucha y aseguraron que la acción no es una toma sino un bloqueo simbólico en defensa de la autonomía de la UNAM tras la irrupción de un policía judicial y granaderos la tarde y noche del sábado pasado.
Habló también el ex estudiante de la UNAM, Mario González, quien fue expulsado el año pasado tras el conflicto en los Colegios de Ciencias y Humanidades y encarcelado tras actos violentos en la marcha del 2 de octubre de 2013.
Aseguraron que son víctimas de hostigamiento y de intimidación por formar parte de un movimiento estudiantil.