Sociedad

El 'Rey Peatón', por una mejor movilidad en el Distrito Federal

Sobre Paseo de la Reforma, los peatones viven un martirio para llegar -por ejemplo- al Ángel de la Independencia, ya que el diseño urbano está pensado para favorecer a los automovilistas.

CIUDAD DE MÉXICO. En las inmediaciones de la glorieta del Ángel de la Independencia, en el Paseo de la Reforma, el peatón no es la prioridad, pues todo el diseño urbano de la zona y el comportamiento de los agentes de tránsito favorecen sólo al automóvil.

Así se pudo comprobar en un recorrido que El Financiero realizó acompañado de Roberto Remes, experto en movilidad peatonal y creador del concepto Rey Peatón, quien enlistó una serie de recomendaciones para hacer amable el paseo de transeúntes por ese crucero.

A pesar de ser la glorieta más importante de todo el Paseo de la Reforma, debido a lo emblemático del monumento que allí se ubica, para los peatones resulta inseguro intentar cruzar hacia la base de la columna del Ángel.

"No está claro cómo llegar al Ángel, sólo estudiando la intersección se puede encontrar la forma más segura de cruzar, pero el peatón no está obligado a estudiarla, sino que la ciudad le debería decir claramente cuál es el camino más seguro", aseguró Remes.

El especialista aseguró que tanto la velocidad del flujo vehicular, como las diferentes direcciones que existen para éste y la cantidad de metros que el peatón o debe cruzar sin una señalización clara, convierten ese espacio en un área insegura y poco amable para el que anda a pie.

Además, las rampas en las esquinas no coinciden con las cebras peatonales y aún peor, en medio de las rampas se colocaron las bases de unos postes.

Otro factor que vuelve complicado el tránsito peatonal es el hábito de los oficiales de tránsito de agilizar el flujo vehicular incluso cuando el semáforo indica que es el turno del peatón para cruzar, por ejemplo, Río Tíber.

Por ello, Remes detalló que algunas recomendaciones para mejorar la zona son: habilitar un alto total en todas direcciones para los automóviles y que ese tiempo sea exclusivo para el tránsito de peatones, con lo que podrían cruzar hacia la glorieta sin cuidarse de los vehículos.

Además, prohibir que los autos que salen de Florencia rodeen la glorieta por la izquierda, sino que el flujo sea sólo por la derecha, en el sentido contrario de las manecillas del reloj, así como prohibir también la vuelta a la izquierda de los autos que circulan por Reforma provenientes del Bosque de Chapultepec hacia el centro de la ciudad.

Con esas restricciones, los peatones podrían cruzar de modo seguro hacia la glorieta desde el camellón que divide a Reforma del lado poniente, sin que entren en conflicto con los autos que vienen de Florencia o que quieren dar vuelta a la o izquierda o en U viniendo desde el Bosque de Chapultepec.

Tanto en ese camellón como en el que divide a Reforma en el Extremo Oriente del Ángel, hace falta que se pinten cebras peatonales y colocar señalización para que los automovilistas estén conscientes de que por ahí cruzan personas a pie.

Remes también comentó que es recomendable alinear las puntas de los camellones de Reforma con las aceras tanto de Florencia como de Río Tíber para que las cebras peatonales de las laterales de Reforma no se dibujen de manera diagonal.

Además, colocar guarniciones en donde ahora hay boyas, principalmente en la entrada hacia la glorieta desde la calle de Florencia y en la salida de la glorieta hacia la calle de Río Tíber.

Finalmente, Remes dijo que hace falta que los oficiales de tránsito sean capacitados para que comprendan que el peatón tiene la prioridad y más cuando el semáforo les da el paso a ellos y que los semáforos no sean alterados, con la intención de agilizar el tránsito de autos en detrimento de los peatones que desean cruzar Florencia y Río Tíber que son los cruceros donde más se modifica el turno de los semáforos.

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