Sociedad

Edil de Ixtapan de la Sal declara ante la SEIDO

Autoridades no han aclarado si Ignacio Ávila Navarrete está detenido o sólo fue presentado como testigo, luego de que fuerzas federales tomaran el control de la seguridad de los municipios al desarmar y relevar a los policías municipales.

TOLUCA. Después de casi 10 horas de que el alcalde de Ixtapan de la Sal, Ignacio Ávila Navarrete, fue trasladado por policías federales a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en la Ciudad de México, para declarar sobre presuntos nexos con grupos del crimen organizado, autoridades federales no han confirmado si el político se encuentra detenido, o sólo fue presentado como testigo.

Antes de ser detenido, el presidente municipal dijo estar dispuesto a coadyuvar en las investigaciones de la Procuraduría General de la República, después de que los 101 policías de ese municipio fueron desarmados y relevados de sus funciones por fuerzas federales por su presunta participación con la delincuencia organizada.

Durante este lunes, el alcalde, el secretario del Ayuntamiento ni ningún funcionario municipal se presentaron a trabajar argumentando que se encontraban en una junta de gobierno, pero conforme transcurrió el día, se dio a conocer primero la detención del director de la Policía Municipal, Efraín Pedraza Flores, y después la de Ávila Navarrete.

Fuentes señalaron que el alcalde es acusado de brindar protección a la organización "Guerreros Unidos", debido a que aparecieron mensajes en todo el municipio refiriéndose a la supuesta alianza.

Las detenciones se suscitaron después de la llegada las autoridades federales al municipio, para relevar a las policías municipales y llevarlas a Tlaxcala para que se les aplicaran los exámenes de control de confianza.

En ese contexto, más de 80 elementos de la Policía Federal tomaron la seguridad en el municipio de Ixtapan de la Sal, mientras los 101 policías locales se encuentran en espera de ser llevados nuevamente a la base VI militar en Tlaxcala, donde presuntamente fueron capacitados durante tres meses.

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