Sociedad

"Alas de México" ya es parte de la ciudad

El autor de esta referente obra entre los capitalinos y visitantes, Jorge Marín donó al Gobierno del Distrito Federal este trabajo, que expresa un mensaje de paz desde la capital del país para el mundo.

CIUDAD DE MÉXICO.- La escultura Alas de México, del artista mexicano Jorge Marín, que se exhibe en el camellón del Paseo de la Reforma frente al Museo Nacional de Antropología e Historia, fue donada por su autor al gobierno de la ciudad de México.

La obra ha sido tomada como símbolo de la capital mexicana y ahora dos réplicas ya se encuentran instaladas en Berlín, Alemania, y en Tel Aviv, Israel.

Además, este mismo año se colocará otra réplica en Río de Janeiro, Brasil, y como parte del proyecto "8 Ciudades, 8 Culturas" se colocarán otras en Singapur y Sidney.

El gobierno de la ciudad aseguró que se trata de "transmitir con este símbolo universal, un mensaje particular de libertad desde la Ciudad de México".

En la explanada del Museo Nacional de Antropología e Historia, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, firmó el contrato de donación de la pieza y la solidaridad y altruismo del escultor Jorge Marín.

Mancera aseguró que la obra se ha convertido en una referencia obligada de la ciudad de México para cualquier visitante extranjero, incluidos los jefes de Estado, a los que se les entrega siempre durante sus giras de trabajo por el Distrito Federal, una réplica miniatura de las alas como muestra de los lazos de hermanamiento.

El mandatario capitalino dijo que el camellón del Paseo de la Reforma "se ha convertido en una galería al aire libre permanente y pública, lo que abona a que los ciudadanos la disfruten día y noche y la consideren un espacio imprescindible para tomarse fotografías". Más de 43 millones de paseantes nacionales y extranjeros las han visitado.

El funcionario informó que en su administración se han invertido alrededor de cien millones de pesos para más de 43 mil metros cuadrados de plazas, calles y parques, incluido dicho camellón, en el que se reforzó la iluminación en este corredor.

Jorge Marín Gutiérrez expresó que las alas se entregan "no solo a la ciudad, sino a cada mexicano que las quiera usar y que se sienta capaz de volar tan alto como su voluntad lo permita".

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