Una visión completa de su micromecánica y en general la disruptiva arquitectura del Defy Classic, son las características nodales del modelo más representativo de la nueva era de la manufactura Zenith que, para clausurar un exitoso 2018, se estrena vestido con uno de los materiales más populares de la relojería contemporánea, la cerámica.
Aunada al reconocido rendimiento mecánico que ofrece este modelo, la elección de este material resulta en una mejoría de su resistencia física. Su caja facetada de 41 milímetros de diámetro está forjada en cerámica de óxido de circonio negro, conocida por su extrema ligereza, tolerancia a las rayaduras e hipoalergenicidad. Además, sus superficies pulidas y satinadas remarcan la estructura geométrica de su construcción, inspirada en la colección original Defy lanzada en la década de 1970.
Aunque la cerámica sea la gran protagonista de este lanzamiento, la esfera del Defy Classic reclama la atención del usuario gracias a un complejo trabajo de esqueletado, cuyos elementos sobresalientes han sido tratados con rutenio y Super-LumiNova SLN C1 para una visión luminosa de su arquitectura bajo el cielo nocturno.
En su parte mecánica el nuevo Defy Classic Black Ceramic también es sobresaliente, pues integra un movimiento automático Elite esqueletado, con áncora y rueda de escape de silicio y reserva mínima de marcha de 48 horas. La caja de cerámica, hermética hasta 100 metros de profundidad y complementada con cristal de zafiro en ambos lados, se sostiene a la muñeca mediante una correa de caucho negro con cierre desplegable de DLC (Diamond Like Carbon) o de caucho con revestimiento con piel de aligátor negra.