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'Ocean's 8': Las mujeres sólo roban cosas bonitas

El 'remake' encabezado por Sandra Bullock y Cate Blanchett no carece de la fuerza y comicidad de su trilogía predecesora.

Hay cintas que desde que vemos sus teasers y tráilers sabemos de qué van; sabemos cuál será la trama, cómo se desarrollará y como terminará; cintas que las sabemos predecibles y aun así vamos a verlas para salir rumiando de que fueron exactamente como esperabas. Así es Ocean's 8.

Básicamente, la película es el remake de la trilogía dirigida por Steven Soderbergh, en la que una pléyade de estrellas que incluye a Sandra Bullock, Cate Blanchett, Anne Hathaway y Rihanna se reúne para llevar a cabo un robo a gran escala: un collar de Cartier valuado en más de 150 millones de dólares que será exhibido en la Gala del Met, el evento social más esperado en el mundo de la moda y que es considerado "Los Oscar de la Costa Este".

En una época en que en Hollywood han cobrado gran relevancia movimientos a favor de las mujeres como el #Metoo y el #TimesUp, resulta desconcertante ver un filme como éste que más que revelar, enaltece los clichés.

Para empezar, si tienes un reparto femenino que pertenece a la A List de Hollywood, le creas una película con una historia y una vida propia, no una que depende de una trilogía protagonizada enteramente por hombres.

Lo que termina generando más preguntas es que se supone que Ocean's 8 intenta celebra el poder femenino y sus matices ("Allá afuera hay una niña de ocho años que también será una criminal" se oye decir a Bullock), pero el hecho de que Sandra y compañía se avoquen a robar un collar en una gala de moda y peor aún, de que lo hagan motivado por un corazón despechado, le grita a la audiencia que las chicas sólo están interesadas en cosas bonitas y se mueven motivadas por el rechazo personal y no por iniciativa propia; que un grupo de ladronas no está interesado en robar cuadros de un museo, un banco o un casino o un corporativo de grandes dimensiones. No. Aquí el director Gary Ross eligió irse por la vía fácil y pensar que a las mujeres sólo nos interesan las joyas y la ropa.

Al final, lo que queda de Ocean's 8 es una cinta frívola, para (medio) reírse un rato, una bonita aunque no tan espectacular serie de cameos (¿Por qué las Kardashian?) que no se toma (ni quiere) tomarse la molestia de darle a sus personajes femeninos más historia, más fuerza y relevancia. Tal vez la próxima generación de Blanchetts, Bullocks, Hathaways y Bonham Carters lo pueda dar a las mujeres la heist movie que merece.

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