CIUDAD DE MÉXICO. Como nunca antes, el Partido Acción Nacional (PAN) ha ventilado su vida interna, pero sobre todo las pugnas y fracturas que existen entre diversas corrientes desde que perdieron la presidencia de la República.
El motivo, es la disputa por la presidencia del partido que será renovada el próximo domingo 18 de mayo, elección en donde soplan vientos de ruptura, y de judicializarse, pues las descalificaciones han ido subiendo de tono, desde la falta de capacidad y experiencia de uno y de otro candidato, hasta señalamientos graves y denuncias que han rebasado a las instancias internas del partido y han terminado en la Procuraduría General de la República o en tribunales.
En los dos meses de campaña que sostuvieron Gustavo Madero y Ernesto Cordero, el "fuego amigo" de los panistas ha revelado que gobernadores como Guillermo Padres de Sonora; Francisco "Kiko" Vega de Baja California y a Rafael Moreno Valle de Puebla, han metido mano en el proceso, utilizado la estructura de gobierno y partidista, intimidado y amenazado a militantes y posiblemente incurrido en desvío de recursos. Los maderistas han cuestionado también a Marcos Covarrubias, mandatario de Baja California Sur, que abiertamente apoya a Cordero Arroyo.
El conflicto también aterrizó en Congreso ya que los pleitos internos provocaron el retraso de la aprobación de leyes secundarias en materia de reforma politica-electoral y telecomunicaciones.
Las denuncias por extorsión, gastos excesivos, moches de alcaldes a diputados para obtener dinero en obra pública, tráfico de influencias, casinos ilegales, aviadores en San Lázaro y manipulación del padrón, dejaron expuesto a más de un legislador.
Primera elección abierta
Panistas aseguran que la exposición es debido a que se trata de la primera vez en 74 años que hacen una elección abierta a la militancia. Antes votaban 300 notables del Consejo Nacional ahora lo harán 217 mil 476 militantes.
El árbitro interno, la Comisión Organizadora de la Elección del presidente del CEN también ha sido puesta en tela de juicio, pues no pudo organizar el primer y único debate, y los corderistas han señalado irregularidades en la organización e información del proceso.
En la recta final de la contienda, los constantes llamados de la dirigente provisional, Cecilia Romero y de la comisión porque se acepten resultados y las constantes impugnaciones y denuncias hacen prever un escenario de impugnación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Por lo que los estatutos que prevén que el nuevo presidente tome protesta cinco días después de los comicios, es decir, el 23 de mayo, podrían ser nuevamente vulnerados.