Política

Trabajo infantil en México, un sector productivo no remunerado


Marvella Colín

México enfrenta serias deficiencias para resolver un problema socioeconómico tan fuerte como lo es el trabajo infantil, el cual afecta a por lo menos tres millones de niños en el país.

Jornadas laborales largas, nulas remuneraciones, empleos informales y mal trato son una constante en ese sector de la población.

Las últimas cifras oficiales disponibles indican que unos 870 mil niños y niñas de seis a 13 años, esto es, 5.0 por ciento del total de infantes en este grupo de edad, participaron en algún tipo de actividad laboral en 2011.

Como en México la edad mínima para trabajar es la de 14 años, todos esos niños se encontraron involucrados en trabajo infantil prohibido por la ley mexicana.

La participación de niños y niñas en el trabajo aumenta con la edad, mientras que la asistencia escolar disminuye, lo cual obedece a que la productividad de los infantes se eleva a medida que crecen y son más susceptibles de ser ocupados.

Lo anterior se desprende de información del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de un estudio del programa Understanding Children's Work (UCW).

En México, poco más de la mitad de los niños que trabaja, lo hace en el sector servicios y poco más de un tercio en la agricultura. La mayor parte del resto --10 por ciento-- labora en la manufactura.

Lo dramático y muy lamentable es que pese a que los trabajadores infantes son un sector productivo, son mal remunerados y muchas veces no reciben paga, pues generalmente laboran en modalidades de trabajo informal.

Dos de cada tres niños y niñas de seis a 13 años de los que trabajaron en 2011, lo hicieron en empleos no remunerados --tanto dentro como fuera de la familia--, mientras que el resto --uno de cada tres niños-- lo hizo como empleado remunerado.

La carga de trabajar fuera del hogar no es la única para muchos infantes, pues también tienen que ayudar a las tareas domésticas al tiempo que asisten a la escuela. En esta condición se encuentra alrededor de 3.5 por ciento de la población infantil.

Otra cuestión lamentable es que el trabajo infantil es una actividad intensiva en cuanto al tiempo; en 2011, entre las niñas y niños de 12 a 13 años que trabajaban, se registró un promedio de más de 19 horas laborales a la semana.

Resaltó que los infantes en dicho grupo de edad que no asistían a la escuela y solamente trabajaban, dedicaron jornadas más largas, de 33 horas semanales en promedio, mientras que los del rango de 14 a 17 años laboraron casi 40 horas semanales en promedio, similar a las de un adulto en el mundo industrializado.

Situación en las regiones

Se ha encontrado que tanto la pobreza moderada como extrema que se vive en el país ha obligado a los niños a incorporarse al mercado laboral.

De acuerdo con cálculos del UCW, Guerrero es la entidad con mayor número de niños trabajando en el rango de edad de seis a 13 años, ya que alcanzan una proporción del 12 por ciento. En importancia sigue Nayarit con 9.8 por ciento, Colima con 9.1, Puebla con 8.3, Oaxaca con 8.2, Guanajuato con 7.1 y Jalisco con 7.0 por ciento.

Según la Organización de Comercio y Desarrollo Económicos (OCDE), México podría fortalecer sus políticas para mejorar el bienestar de familias y niños. La ayuda pública en prestaciones y servicios a la familia es clave para movilizar el empleo femenino, reducir los riesgos de pobreza y promover el desarrollo infantil.

México gasta menos de 1.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en apoyo para familias con niños; esto es, menos de la mitad del promedio de la OCDE, que es de alrededor de 2.2 por ciento del Producto.

Ante toda esta problemática, México forma parte de la Agenda Hermisférica 2006-2015 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la que se promueve eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2015 y eliminarlo en su totalidad para 2020.
 
Información proporcionada por Finsat.
 
 

También lee: