CIUDAD DE MÉXICO. La corriente Nueva Izquierda consideró que en el PRD se terminaron "los cacicazgos y los liderazgos morales", para pasar a una nueva dimensión de un partido incluyente y de todos.
Tras la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano al PRD, el diputado perredista capitalino Fernando Zárate Salgado -operador de Nueva Izquierda en la Cámara de Diputados- lamentó la salida, al considerar que esta decisión del tres veces candidato presidencial "es una llamada de atención para los dirigentes de ese partido, para reflexionar sobre la crisis que vive en su interior y efectuar los cambios necesarios".
"Hoy más que nunca, el PRD debe conformar un partido de todos y cada uno de los ciudadanos, pero, sobre todo, de dirigentes que estén comprometidos con la austeridad, que desaforen a la corrupción, que le den la cara a la gente y que representen los verdaderos intereses del país, no sus propios intereses", dijo.
Subrayó que los tiempos de los "cacicazgos" y "liderazgos morales" en el PRD se acabaron, para dar paso a una representación más directa, donde "una generación joven que pueda empezar a darle la cara a los verdaderos intereses de los ciudadanos".
"Esas ideas viejas, esas ideas de 1960, 1970, se acabaron el día de ayer, lo lamentamos, pero, por otro lado, le damos la bienvenida a ese cambio que puede llegar si hay un factor: decisión política", dijo.
Sobre una eventual "desbandada" de integrantes del partido, Zárate Salgado expresó que ojalá dejen el partido los miembros interesados en la política sólo por los recursos económicos o los que impulsan la corrupción y la "mercantilización del voto".