Política

Renuncia de Aguirre, para distender la crisis

Lo que se necesita, más que una desaparición de poderes en Guerrero, es la renuncia voluntaria del gobernador Ángel Aguirre, afirmó el senador tricolor; este llamado de los priistas, se suma al PAN y al PVEM.

CIUDAD DE MÉXICO.- Más que una desaparición de poderes en Guerrero, lo que necesita esa entidad para poder distender la crisis de ingobernabilidad es la renuncia voluntaria del mandatario Ángel Aguirre Rivero, todo en el marco del respeto al Pacto Federal, señala el senador del PRI, Arturo Zamora Jiménez.

Luego de que en la víspera al también vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado le correspondió solicitar en tribuna, a nombre de la bancada del tricolor, la renuncia del gobernador de ese estado, expone que la decisión fue consensada por todo el grupo parlamentario, así como por los senadores del PAN y PVEM.

En entrevista con El Financiero, el priista puntualiza que el acuerdo fue solicitar que continúen en sus funciones los 46 diputados del congreso local, los cinco consejeros de la Judicatura, los 22 magistrados estatales y 105 jueces de primera instancia.

Zamora Jiménez evita comentar si Aguirre Rivero "ya es insostenible en el cargo", pero destaca que ante la situación que atraviesa Guerrero es lo más viable para la entidad.

Y ante la posición de los senadores del PRD, en el sentido de que en ese caso también tendrían que renunciar los gobernadores priistas de Tamaulipas y el Estado de México, Egidio Torre Cantú y Eruviel Ávila Villegas, respectivamente, el congresista por Jalisco asegura que esos estados no tienen la misma situación de Guerrero.

-¿Por qué el PRI toma la decisión de pedir la renuncia del gobernador?
-Primero, como consecuencia del dictamen que emite la Comisión de Gobernación, en donde se plantea que debe haber un diagnóstico del grupo de trabajo que se creó para analizar la situación de ese estado, que también se aprovechara para que ese grupo pueda presentar un informe en torno a la solicitud de desaparición de poderes.

"Con base a esto, la bancada del PRI ponderó en su interior, y luego con el PAN y el PVEM, cuáles son los efectos que puede causar una desaparición de poderes frente a los efectos que puede generar una renuncia voluntaria al cargo del gobernador.

"La renuncia voluntaria es ante el congreso local, porque así lo contempla la Constitución, y en ese caso los diputados locales nombrarían a un gobernador sustituto para que concluya el mandato por el que fue electo Aguirre Rivero", expone.

-¿Es la mejor solución para la crisis en Guerrero?
-En el segundo caso, que es la desaparición de poderes, el Senado tendría que recibir una terna del Ejecutivo federal, para que de ahí se elija a un gobernador interino, entonces, el proceso de renovación de todos los poderes es mucho más complejo que presentar una solicitud de renuncia al cargo de gobernador, pero también surgió de esa manera la solicitud en función del reconocimiento al Pacto Federal.

-¿Qué se espera de hoy al 30 de octubre, plazo que se puso la Comisión de Gobernación en el dictamen aprobado el martes?
-Lo que los senadores necesitamos es mayor documentación, información, pruebas y, en su momento la Comisión de Gobernación estaría fijando una determinación. En tanto, la bancada del PRI seguirá invitando al gobernador a que reflexione la petición de la renuncia a su cargo.

-El PRD ha pedido que en todo caso también renuncien los mandatarios del Tamaulipas y del Estado de México, ¿cuál va a ser su posición al respecto?
-En el caso concreto de Guerrero hay un planteamiento de 30 mil ciudadanos de ese estado que pidieron la renuncia del gobernador, además de que hubo un desdén que presentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, entonces se tiene que entender que cada entidad tiene dinámicas diferentes, por eso en el PRI no tocamos temas de otros estados.

-¿Ya es insostenible el gobierno de Aguirre Rivero?
-No lo quiero llamar de esa manera, sobre todo en función del respeto al Federalismo; principalmente es una solicitud para que reflexione su renuncia. Es una decisión personalísima del gobernador.

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