La competencia por la dirigencia nacional del PAN arrancó con la definición de dos frentes: la de Gustavo Madero para reelegirse en el cargo y la alianza entre Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva.
Aunque aún no son tiempos y la campaña oficialmente inicia el 19 de marzo, los aspirantes decidieron mostrar músculo y ofertar ya propuestas para levantar electoralmente al Partido Acción Nacional en las elecciones del 2015.
Primero lo hizo Gustavo Madero, quien anunció que pedirá licencia a su cargo esté lunes en la sesión ordinaria del Comité Ejecutivo Nacional.
Acompañado de su esposa y su hija, habló de continuidad y destacó logros que se hicieron durante su gestión como el incremento del 35 por ciento en la población gobernada durante el 2013 y las 10 reformas constitucionales aprobadas que insistió tienen ADN panista. No mencionó al Pacto por México.
Sin dar nombres tampoco de sus adversarios, el político de Chihuahua aseguró que al interior del partido existen dos visiones o narrativas diferentes y consideró que es parte de la contienda democrática.
"Lo que no es democrático es la descalificación del proceso y sus autoridades, la denostación del adversario o la calumnia como método para lograr pírricas apariciones en las columnas de los periódicos que sólo dañan al partido y alejan a los ciudadanos" sentenció.
En clara alusión a Ernesto Cordero y su equipo, señaló que hay quienes "pregonan" que el PAN está dividido y fracturado y aseguró que con ello solo confunden lo que es la diferencia y la pluralidad.