Política

PT convoca a frenar la reforma energética


 
Juan Antonio Lara / corresponsal
 
Monterrey.- El Partido del Trabajo convocó a la población de Nuevo León a unirse a la movilización nacional en defensa de la soberanía y del petróleo.
 
Manuel Bartlett Díaz, Senador y Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo en la Cámara de Senadores, estuvo el viernes en Monterrey, donde presentó la estrategia que seguirá este partido contra la reforma energética.
 
Acompañado de Alberto Anaya, diputado federal y dirigente nacional del Partido del Trabajo, el Senador también participó en un foro de discusión en el Museo Metropolitano de Monterrey (Antiguo Palacio Municipal), donde también participaron Alfredo Jalife Rahme, analista geopolítico, y Arturo Huerta González, Premio Nacional de Economía.
 
"La privatización del petróleo comprometida por Enrique Peña Nieto con diversos actores económicos y políticos del país del extranjero, busca profundizar la reforma petrolera anticonstitucional y entreguista del 2008", indicó.
 
Señaló que Peña Nieto tiene un acuerdo con Estados Unidos para entregarle la industria petrolera del país a través de la reforma energética.
 
El ex Secretario de Gobernación durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari dijo que con esta reforma el gobierno pretende que Pemex deje de ser un organismo descentralizado para convertirlo en una empresa sujeta al control privado, con la incorporación de "operadores" particulares, nacionales y extranjeros, en la conducción de actividades que la Constitución reserva al Estado.
 
"La Nación es propietaria de los recursos del subsuelo. Los ingresos y ganancias que se obtienen por la extracción del petróleo pertenecen al pueblo de México", expresó.
 
Mencionó que a pesar de la corrupción que impera en Pemex, extraer un barril de petróleo cuesta 10 dólares, pero se vende en 100 dólares, con lo cual se genera una utilidad de 90 dólares por barril.
 
"Esta es la renta que ambicionan las corporaciones petroleras internacionales con la complicidad de la mafia del poder en México", indicó Bartlett.
 
Ahora, comentó, no conformes con ser contratistas predilectos del régimen, quieren ser socios en un negocio que por mandato constitucional y por justicia está reservado para beneficio del pueblo de México.
 
"Contamos con información, según la cual, traman apoderarse de entrada del 60 por ciento de la renta petrolera, mediante contratos de riesgos y concesiones".
 
Advirtió que Pemex pagó 687 mil millones de dólares al Estado del 2000 al 2012, ingresos que constituyen hasta el 40 por ciento del presupuesto federal.
 
"Es absolutamente falso, como afirma el gobierno, que con la participación de empresas privadas habrá crecimiento económico y se obtendrán mayores beneficios para la Nación", afirmó.
 
Por el contrario, se realizará una extracción acelerada de nuestras reservas, la producción de petróleo declinará y las empresas se apropiarán de la renta petrolera y ganancias, y se reducirá el aporte fiscal de Pemex al Estado, con lo que se dejarán de construir escuelas, hospitales, carreteras y otras obras en beneficio de la población.
 
A su vez, Jalife dijo que a diferencia de otros países que están estatizando sus industrias petroleras por el fracaso del modelo neoliberal, México actúa al revés.
 
"En México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le quita a Pemex el 70 por ciento de sus ingresos, mientras que en Noruega le quita a su industria petrolera el 19 por ciento y Colombia el 11 por ciento".
 
Tanto Bartlett como Jalife señalaron que lo mejor sería limpiar a Pemex, en lugar de entregarla a las compañías extranjeras.
 
Agregaron que las consecuencias de privatizar el sector energético será un incremento en los impuestos, en el precio de las gasolinas, diesel y electricidad.

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