Política

Polémica por regreso de Pablo Salazar Mendiguchía


 
Ciro Castillo / corresponsal

Tuxtla Gutiérrez.- La reaparición pública del ex gobernador Pablo Salazar Mendiguchía (2001-2006) en un acto del aspirante a la dirigencia nacional del PRD, Carlos Sotelo, causó polémica.

El evento se llevó a cabo en San Cristóbal de Las Casas, donde incluso hubo un altercado entre unos 50 damnificados del huracán Stan y perredistas que asistieron al acto.

Los primeros exigían cárcel para el ex gobernador, quien fue encarcelado por el también ex gobernador Juan Sabines Guerrero (2007-2012) y los segundos, defendieron al oriundo del municipio de Soyaló.

Durante el evento, Pablo Salazar Mendiguchía confirmó su afiliación al PRD, partido que lo llevó al poder, mediante una alianza en el año 2000.

Dijo que buscará la dirigencia estatal del partido del sol azteca porque considera que aún hay sectores honestos de ese instituto político.

"El tribalismo y el pandillerismo están minando la poca confianza de los que aún creen en el PRD, es hora de limpiar la casa, es tiempo de que pongamos de pie lo que está de cabeza", afirmó ante decenas de personas.

"Estoy aquí, porque creo que no todo está perdido en el PRD, porque hay un remanente que no se ha contaminado, porque tengo esperanza fundada de que entre ciudadanos, organización, expresiones y corrientes, podemos cambiar las cosas si tan sólo nos lo proponemos."

Corrientes perredistas como la encabezada por Joel Hidalgo González se expresaron en contra del regreso de Pablo Salazar a la esfera política, pues, recordaron, pisó la cárcel por haberse otorgado un bono de fin de sexenio irregularmente, además, fue cuestionado por mal utilizar los 11 mil millones de pesos que fueron destinados a la reconstrucción, tras el paso del huracán Stan.

En contraparte, el obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, recibió con cierto agrado el regreso del ex integrante de la Comisión para la Concordia y Pacificación (Cocopa).

Dijo que "cada quien es libre de moverse en la línea que prefiera, yo creo que no tengo ninguna objeción para que cada quien pueda presentar su opción, sus deseos, nosotros somos muy respetuosos como iglesia, como diócesis, no somos quien para marcarle a alguna persona la pauta de que haga o no debe hacer."
 
 

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