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Es necesario un análisis profundo de los resultados obtenidos en los programas sociales tanto a nivel federal, como estatal y municipal, para reformular su diseño y forma de instrumentación, consideró la especialista, Alicia Ziccardi.
La también directora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, de la UNAM, informó que en México se cuenta con más de 2,000 programas, y en el Distrito Federal, la tercera entidad con mayor número de éstos, hay 190 programas, lo que en su opinión dejan ver la gran ineficacia en su operación.
En un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), de la cual es integrante, agregó que algunos de esos programas presentan poca relación entre los objetivos que se persiguen, el apoyo financiero que reciben y los resultados que obtienen, por lo que insistió en la necesidad de su evaluación.
"Considero que todos los programas sociales debieran ser profunda, sistemática y críticamente evaluados, tanto desde la perspectiva de la concepción social de la pobreza que subyace en cada uno, como desde una perspectiva operativa", indicó Ziccardi.
Ello, añadió, a fin de construir las bases de un nuevo modelo de protección social integral que permita a las instituciones gubernamentales actuar eficaz y democráticamente para abatir los niveles de pobreza y desigualdad que existen.
Ziccardi, quién se ha dedicado a estudiar la pobreza en el ámbito urbano y ha analizado los programas sociales que de alguna manera inciden en ésta, citó como ejemplo el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, el cual prevé la creación de capacidades y el acceso a bienes y servicios básicos.
Refirió que años atrás este programa solo operaba en el medio rural, pero cada vez más incide en las ciudades, por lo que también ha sido parte de su estudio.
Su cobertura de atención por tamaño de asentamiento es de 62% en localidades rurales, 17% en localidades semiurbanas y 21% en localidades urbanas, detalló.
Sobre el Programa Hábitat, dijo que es el principal a nivel federal que privilegia la dimensión urbana y está destinado a la creación de infraestructura social para mejorar la situación de quienes viven en condiciones precarias, así como reconstruir el tejido social para abatir los altos niveles de inseguridad.
La experta aseguró que en el Distrito Federal, uno de los más relevantes es el Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial, cuyo principal objetivo es el mejoramiento de barrios, pueblos y colonias mediante el rescate de espacios públicos degradados o la construcción donde no los haya.
Dijo que uno de los problemas detectados es que mientras el Programa Oportunidades casi duplicó sus recursos en el último sexenio, de 37,000 millones de pesos en 2007 a 66,000 millones en 2011, y no logró disminuir o frenar la pobreza, Hábitad contó con menos recursos.
Precisó que el programa Hábitat dispuso de recursos mínimos para atender a las 360 ciudades del sistema nacional urbano, de 2,000 millones de pesos en 2007 y al máximo registrado de 3,600 millones de pesos en 2011. Se debe llevar a cabo un análisis sistemático y profundo de los resultados obtenidos en los programas sociales en los 3 órdenes de gobierno.
Más aún, "los recursos provenientes del gobierno federal deberían de ser complementados con los de los gobiernos locales, lo cual es prácticamente inexistente", aseguró Ziccardi.
En este contexto, concluyó que, y desde una posición crítica y propositiva reformular los diseños y formas de implementación de las políticas y de los programas sociales del país.
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