Política

Michoacán no se debe estigmatizar por la violencia


 
 
Arturo Estrada
 
MORELIA.- Monte Alejandro Rubido García, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), dijo que Michoacán no se debe estigmatizar por la violencia, y no se aventuró a negar o a afirmar si Nazario Moreno González, "El Chayo", fue abatido durante el gobierno del expresidente michoacano, Felipe Calderón Hinojosa.
 

Cabe señalar que existen muchos testimonios de gente de Apatzingán que aseguran que "El Chayo" sigue vivo y conduce junto a Servando Gómez, "La Tuta", a los Caballleros Templarios en el estado.
 
Tras precisar que el gobierno federal ha detenido a 72 presuntos delincuentes en esta etapa nueva etapa de control de la seguridad, de los cuales 59 son de Tierra Caliente, Rubido García subrayó que se "está agudizando los trabajos de inteligencia" para detener a los líderes del crimen organizado que operan en el estado.
 

Pero, cabe señalar que en el mes de diciembre de 2010, Nazario Moreno González, El Chayo, señalado como uno de los principales líderes del grupo delincuencial La Familia michoacana, fue abatido durante una fiesta a la que estuvieron convocados varios integrantes del grupo, reveló el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.
 

Moreno González está considerado uno de los fundadores de "La Familia" , quien fue abatido por las fuerzas federales el 9 de diciembre, el mismo día en que se registraron diversos enfrentamientos entre la banda y militares enApatzingán y la zona serrana de Michoacán.
 
En entrevista con el periodista, hace cuatro años, el presidente Calderón aseguró que El Chayo se encontraba en "una fiesta, una reunión, una cumbre" y que fue allí donde se dio "un golpe brutal, el golpe más severo" a La familia.
 
"La gente se entera de esta fiesta, denuncia y se da el operativo. En un esfuerzo de los criminales, en su huída tratan de cerrar el paso a la policía y al Ejército para frenar el avance y distraer y dividir la operación", lo que derivó en incendios de vehículos y bloqueos de carreteras, acciones que calificó como "estertores" -respiración ronca o silbante, propia de la agonía y del coma.
 

De ese día de violencia, Alejandro Porié, vocero gubernamental en materia de seguridad, reportó que además de la muerte de Nazario Moreno, también fallecieron tres civiles, cinco policías federales y tres presuntos delincuentes.
 

Felipe Calderón mencionó que en varias ocasiones los michoacanos le han exigido que se restablezca la paz en el estado y que ésta volverá con el poder de la autoridad, "y no por los intereses de los sicarios".
 

"En el estado de Michoacán debe gobernar la autoridad civil electa y no deben gobernar los criminales, por muy cuates o por muy simpáticos o por muy generosos. No puede imperar la ley de un cártel en un estado, debe imperar la ley del estado de Michoacán, la ley federal, y eso es lo que estamos haciendo allá", agregó el mandatario.
 
La ley de 'La Familia'
 

Según un reporte del gobierno federal distribuido el 10 de diciembre, Nazario Moreno, El Chayo, y Jesús Méndez Vargas, El Chango, formalizaron la creación de La Familia michoacana tras decapitar a cinco presuntos zetas en septiembre de 2006.
 

Moreno González se denominó como un tipo de mesías, pues utilizaba la biblia para profesar entre la gente pobre de Michoacán y obtener su apoyo condicional, que después fue usado como adoctrinamiento de los futuros integrantes del grupo delincuencial. Éste está acusado de comercializar droga en el estado, así como de cometer asesinatos, secuestros y extorsiones.
 
Al menos en dos ocasiones, La Familia michoacana ha llamado al gobierno federal a negociar. Una de ellas se registró en 2009, cuando otro de sus líderes, Servando Gómez Martínez, La Tuta, habló a un programa local y pidió al presidente llegar a acuerdos.
 

Otra ocurrió hace algunas semanas, cuando el grupo publicó un desplegado en el que, supuestamente, ofrecía disolverse a cambio de que el gobierno federal garantizara la seguridad en la entidad. Las autoridades han rechazado esos llamados.
 

Además de El Chayo, El Chango y La Tuta, las autoridades federales han señalado a Dionisio Loya, El Tío, como el cuarto líder del grupo delincuencial.
 
 
 

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