Tras los ataques a las sedes partidistas del PRI en Chilpancingo, Guerrero, y del PAN en Morelia, Michoacán, las dirigencias nacionales de esos partidos se pronunciaron en contra de la violencia y pidieron investigar los actos de vandalismo. "Hay que cerrarle el paso a la violencia", pidió a la sociedad César Camacho Quiroz.
Ricardo Anaya declaró en la sede nacional de su partido: "el PAN condena los actos de violencia sobre todo cuando se protesta contra la violencia".
Aparte, el Senado de la República hizo un llamado a las autoridades federales, estatales y municipales para salvaguardar la integridad y el fuero de los legisladores tras la agresión que sufrió el senador del PRD, Alejandro Encinas durante una visita a la ciudad de Xalapa, en Veracruz.
Anoche, elementos de la Policía Federal resguardan la sede de la Cámara de Diputados, ante el anuncio de que un grupo de alrededor de 300 personas se acercan para realizar un mitin frente a sus instalaciones.
Elementos de resguardo y seguridad de la sede legislativa federal ordenaron el total desalojo del personal y el edificio se encuentra prácticamente vacío.
PROTESTAN CON FUEGO
Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), arremetieron contra las instalaciones del Comité Estatal del PRI en Chilpancingo, donde destrozaron oficinas y provocaron un incendio que consumió parte del edifico. El personal que labora en el PRI fue desalojado mientras arrojaban botellas con gasolina que destruyó parte del mobiliario y equipo de cómputo.
Los manifestantes se enfrentaron a un grupo antimotines y resultaron lesionados al menos siete personas, entre ellas tres policías. También en la ciudad de Tlapa de Comonfort que se ubica en la montaña de Guerrero, se informó que un grupo de maestros incendiaron las oficinas locales priistas.
El PRI reiteró su decisión de combatir la violencia con la política, y hacer todo lo que esté a su alcance por la seguridad, la justicia y la paz, para alcanzar la prosperidad para todos. Y en un comunicado planteó que "el ataque orquestado se debe detener" y pidió al gobierno de Guerrrero, seguridad y protección de las instalaciones partidistas, pero sobre todo, el restablecimiento del orden legal y de la seguridad de los guerrerenses.
"El PRI rechaza la violencia y reprueba la agresión. El asalto vandálico de que fueron objeto nuestras instalaciones es, mucho más que un atentado en contra de este partido político, una agresión a la sociedad guerrerense y representa una amenaza para las personas que no debe repetirse ni quedar impune. Nadie puede pretender exigir derechos, por vías contrarias a la ley", expresó.
Antes, el líder nacional priista, César Camacho Quiroz llamó a la sociedad a cerrarle el paso a la inseguridad, la corrupción y la impunidad con la fuerza de las instituciones, la severidad de la ley y su participación activa.
Al inaugurar el Congreso Internacional Sociedad Civil y Partidos Políticos "Retos y perspectivas", Camacho Quiroz agregó que la gente tiene que recuperar la certidumbre y las expectativas.
"Atender lo urgente, sin dejar de lado lo importante. Cerremos el paso a la violencia, cerrar el espacio a un espacio de cizaña mal sembrada y clausurar toda posibilidad de división en las filas de los mexicanos de bien", puntualizó el líder del PRI.
LLAMADO A LA PRUDENCIA
El líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, reiteró la condena de su partido hacia cualquier acto de violencia, sobre todo cuando la protesta es en contra de actos violentos.
"Hacemos un llamado a la prudencia y a que la manifestación, de una demanda legítima, sea de manera pacífica y reiteramos nuestra solidaridad con los familiares de los jóvenes desaparecidos".
Ante el ataque a la sede partidista en Morelia, exigió a las autoridades estatales que se investigue quiénes son los responsables y a qué intereses obedecen y advirtió que no aceptará "juicios anticipados".
Luego de apedrear la sede estatal del PAN, normalistas rurales de Michoacán se dirigieron al partido Nueva Alianza en donde también generaron daños y amagaron después con incendiar la puerta principal de Palacio de Gobierno. Los vándalos acometieron con palos y piedras, destruyeron un automóvil, computadoras, impresoras, sillas, baños, escritorios, ventanas y pintarrajaron la fachada.