Eduardo Ortega
Toribio, un hombre que dijo ser maestro de primaria, increpó al presidente Enrique Peña Nieto durante su visita a Cochoapa El Grande, Guerrero, el municipio más pobre del país cuya población en su mayoría es indígena y no habla español.
"¡Peña entiende, la educación no se vende!", gritó el hombre entre la multitud. Mientras saludaba a la gente durante su arribo, el mandatario le respondió: "¿Cómo está mi amigo? Qué no le confundan".
En reacción, Toribio, de quien no se supo su apellido, le reclamó que él, junto con la OCDE (la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y los empresarios mexicanos, vendió la educación.
"Mire cómo estamos aquí nosotros, en qué condiciones, y nos quiere evaluar con una perspectiva sancionadora y no estamos de acuerdo. No soy delincuente para que me jalonee su gente, y me estén empujando, simplemente quiero que mi voz y el mensaje se escuche", debatió el hombre ante la negativa del presidente.
El presidente Peña pidió a Toribio no dejarse confundir ya que la reforma educativa mejorará la educación, porque cada lugar que ocupe un maestro será evaluado conforme a las condiciones y particularidades de cada lugar.
"La educación sigue siendo gratuita, lo que buscamos es elevar la calidad de la educación. Es claro que las condiciones no son iguales en todos los lugares. Es importante que estén bien informados, que no los confundan, porque hay campañas que quieren desprestigiar una campaña (sic) que fue consensuada por todos, que tiene un propósito", argumentó el mexiquense.
En el acto, el presidente aseguró que el gobierno acelerará el paso en la implementación de la Cruzada Nacional contra el Hambre.