Víctor Chávez
Al tiempo que disminuye la credibilidad en el Ejército Mexicano y frente al desbordamiento de la creciente delincuencia organizada, los denominados "grupos de autodefensa" tienen presencia ya en 68 municipios de 13 estados de la República; entre ellos, entidades tan pequeñas como Morelos y Tlaxcala.
Estos grupos armados tienen el propósito de proteger a sus comunidades de la inseguridad o evitar la explotación de los recursos naturales en sus regiones, aunque se ubican en la línea del peligro de ser utilizados por el propio crimen organizado.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) advirtió sobre la proliferación de grupos armados de autodefensa hacia el sureste e inclusive al noroeste del país; es decir, en los extremos, ante la creciente violencia que las autoridades no han podido resolver.
Para el subsecretario de Participación y Prevención Ciudadana de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, es la desesperanza de los ciudadanos por la incapacidad de las autoridades para brindar seguridad lo que ha provocado el brote de grupos de autodefensa por diversas regiones del país.
Una investigación del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) del Congreso de la Unión advierte que apenas 41 por ciento de la población confía en los militares para combatir al crimen; sin embargo, el Ejército todavía es la institución más respetada. En tanto, la CNDH alerta que la población se organiza cada día en más entidades para definir estrategias propias de defensa.
No obstante, los operativos en contra del crimen organizado, puestos en marcha por el expresidente Felipe Calderón, fueron perdiendo aprobación con el transcurso del sexenio.
Entre 2007 y 2012 descendió de 83 a 58 por ciento quienes aprobaban dichos operativos; de 66 a 37 por ciento quienes consideraban que los operativos "sí estaban logrando sus objetivos"; subió de 36 a 47 por ciento la opinión de que se "han logrado algunos avances, pero la estrategia no da para más"; y descendió de 74 a 45 por ciento quienes asintieron en que el uso de la fuerza pública "es la mejor manera de enfrentar este problema".
La mala evaluación de esta estrategia se asoció con el crecimiento de la violencia. Así, al preguntar sobre las razones por las cuales el entonces presidente está rebasado por el crimen, los sectores más amplios mencionaron la existencia de más violencia (23 por ciento), de mayor delincuencia (20 por ciento) y un mayor número de matanzas y/o asesinatos.
Este fin de semana la violencia se manifestó en balaceras en regiones cercanas a Apatzingán, Múgica y Tancítaro, Michoacán.
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