Sergio Meana
La reforma energética que permite a la iniciativa privada participar en toda la cadena productiva de los hidrocarburos así como vender electricidad cumplió con su último trámite: fue promulgada por el Presidente Enrique Peña Nieto.
En el Patio de Honor de Palacio, acompañado por funcionarios que integran su gabinete, así como el presidente de la Mesa Directiva del Senado y de la Cámara de Diputados, Raúl Cervantes y Ricardo Anaya respectivamente, el Ejecutivo recalcó que la reforma en el sector energético, aprobada por 24 Congresos locales el pasado miércoles y por el Congreso de la Unión el jueves 12 de diciembre, mantiene y asegura la propiedad de la nación sobre Pemex, CFE y la renta petrolera.
En su discurso prometió que a la brevedad enviará las leyes secundarias.
"A la brevedad mandaré al Congreso las leyes secundarias que mantendrán el espíritu audaz y de vanguardia de la reforma constitucional", señaló Peña Nieto.
Afirmó también que el mundo entero ha volteado a ver México y el ejemplo está en el incremento a la calificación de deuda por parte de la empresa Standard and Poor's.
De igual forma resaltó que la reforma abre nuevas oportunidades al país que permitirán que Pemex y CFE se modernicen "para cumplir su misión en beneficio de toda la sociedad mexicana".
Al respecto dijo que los cambios para las familias mexicanas llegarán con la abundancia del gas que servirá para generar electricidad de manera más barata lo que se traducirá en una disminución de su recibo eléctrico.
El presidente señaló que los trabajadores pueden estar seguros que sus derechos laborales serán plenamente respetados.
Peña Nieto apuntó que la reforma permitirá contar con más recursos financieros del sector privado para explotar los yacimientos de hidrocarburos que hasta ahora no se han tenido acceso además de que permitirá que México crezca más rápido generando empleo para miles de mexicanos y elevando la productividad y competitividad de la economía del país.
El mandatario reconoció a los senadores y diputados federales así como a los integrantes de los congresos locales "por decir sí a una reforma histórica".
En su participación, el senador Raúl Cervantes indicó que la reforma que se aprobó en la Cámara alta es la más importante que se ha vivido en las últimas décadas y que elevará el nivel económico de los y las mexicanas pues "permitirá que nuestras riquezas sean explotadas de la mejor forma para que todos vivamos mejor.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya, reiteró que la reforma aprobada en esa instancia legislativa permitirá que Pemex y sus recursos sigan siendo 100 por ciento propiedad de México.
Sin embargo, destacó que existen dos grandes retos: la aplicación de un modelo de transparencia que cierre puertas a la corrupción y hacer realidad la reforma, la cual dijo deberá de traducirse en crecimiento económico, en generación de empleos y en beneficios en el precio de los servicios para los mexicanos.
Asimismo, Rocío Adriana Abreu Artiñano, diputada priísta, refirió que con la promulgación de la reforma energética se inicia la revolución del sector, que tendrá como característica principal el fortalecimiento de Pemex y el mejoramiento social del país.
"Pemex tiene que emigrar a la perforación de pozos en aguas profundas, mediante la adquisición de nuevas tecnologías y un régimen fiscal de la paraestatal que fortalezca la inversión y permita contratos de de riesgos", dijo la legisladora de Campeche, Estado que aporta el 76 por ciento de la producción petrolera del país.
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