Enrique Villagómez / corresponsal
Acapulco.- El gobierno federal aumentó 10 mil tarjetas más para reponer enseres domésticos a damnificados por la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid durante su paso por Guerrero.
Con este incremento de 23 mil a 33 mil tarjetas, el gobierno federal a través de la Secretaría de Desarrollo Social y el gobierno de Guerrero, buscan subsanar las quejas de damnificados que no fueron incluidos en este programa de apoyo.
Durante el fin de semana, el gobernador del estado Ángel Aguirre Rivero y la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, se reunieron en privado para evaluar esta situación, e informaron sobre este incremento en el número de tarjetas de debito para la reposición de enseres domésticos.
El encuentro se dio a conocer a través de un comunicado emitido por la dirección de Comunicación Social del gobierno de Guerrero, sin que se precisara que dependencia aporto el recurso para sustentar este aumento.
En su oportunidad, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), dio a conocer que destinó 230 millones de pesos para adquirir 23 mil tarjetas de débito con un saldo de diez mil pesos cada una, para apoyar la recuperación de los damnificados por las lluvias en Guerrero.
De esas 23 mil tarjetas de ayuda, se estima que tan solo en Acapulco se entregaron alrededor de 15 mil y el resto se canalizó para los afectados de otros municipios.
Sin embargo, tanto el gobierno estatal como la propia Secretaría de Desarrollo Social, enfrentaron airados reclamos por parte de damnificados que no fueron incluidos en la entrega de este apoyo que ofreció el presidente Enrique Peña Nieto, a pesar de los daños que sufrieron por los fenómenos naturales Ingrid y Manuel.
Una fuente de la propia Sedesol Federal que fue consultada al respecto, mencionó que determinaron aumentar el número de beneficiados para frenar las protestas públicas por parte de quienes no fueron incluidos "erróneamente" en este beneficio.
La misma fuente reconoció que "hubo errores no premeditados" a la hora de censar a los damnificados, y que eso derivo en que se otorgaran tarjetas a personas que en realidad no sufrieron daños directos.
A mediados de Octubre pasado, El Financiero dio a conocer un informe de la cadena de sub distribuidores de la empresa Telcel en Acapulco, donde se reveló que en un evento promocional se adquirieron alrededor de mil 500 Smartphones y unas 900 tabletas de última generación, utilizando las tarjetas de débito que otorgó el gobierno federal.
Recientemente, trascendió que en la tienda Wal Mart de la zona diamante de Acapulco, se utilizaron de forma simultánea alrededor de cien de esas tarjetas de débito para comprar diversas mercancías, como equipos de audio y video, pantallas planas y línea blanca, entre otros.
En esa acción presuntamente participaron dos personas con la ayuda de tres empleados de la tienda, quienes facilitaron la utilización de las cien tarjetas en menos de una hora. Hasta el momento, la empresa aludida no ha emitido ninguna postura al respecto.
Algunos de los damnificados que reclamaban la entrega de la tarjeta de apoyo, acusaron que los trámites para recibir esa ayuda fueron lentos y cansados, por lo que muchos desistieron de continuar en las largas filas bajo el sol.
Otros se quejaron porque cuando fueron a censar las brigadas de Sedesol, muchos de los damnificados se encontraban en los albergues y por eso no fueron incluidos en ese esquema de apoyos, no obstante de haber perdido prácticamente todas sus pertenencias.