Política

Acapulco lucha por regresar a la normalidad


Enrique Villagómez / corresponsal
 
ACAPULCO, Gro. Ocho días después de su trágico pasó por Guerrero, la tormenta tropical Manuel continúa provocando estragos en el estado, pero mientras en este puerto se comienzan a regularizar los servicios, y paulatinamente se regresa a la vida cotidiana, no sucede lo mismo en las áreas rural y suburbana, donde la población sigue reclamando ayuda, y numerosos municipios y localidades siguen inundados e incomunicados.
 
 
En este contexto, en este puerto la mayoría de los servicios se están normalizando, sin embargo, la falta de agua potable es aún el principal problema a resolver por las autoridades.
 
 
Al respecto, el gobierno municipal informó que se encuentra colapsado el sistema Papagayo, del cual se extrae el agua para abastecer a la ciudad. Se estima que será en el transcurso de la semana, cuando se regularice el reparto de agua potable en todo el municipio a través de pipas.
 
 
Por otra parte, con la apertura parcial de la Autopista del Sol no sólo se logró evacuar a miles de turistas que permanecieron varados casi una semana en este destino de playa, sino que también comenzaron a llegar decenas de camiones con alimentos para reabastecer las tiendas de autoservicio y centrales de abasto.
 
 
No obstante, aún se pueden apreciar anaqueles semivacíos en el interior de los negocios, aunque los precios de algunos productos básicos que aumentaron como consecuencia del desabasto han comenzado a disminuir paulatinamente.
 
 
Asimismo, ya se recuperaron por completo los servicios de energía eléctrica, telefonía celular y residencial, televisión por cable y satelital, así como la venta minorista de gas LP, leche pasteurizada, pan y refrescos.
 
 
En tanto, después de siete días de permanecer cerrado, ayer a las 7:00 horas se abrieron nuevamente las instalaciones del aeropuerto internacional.
 
 
Mientras, en las terminales de Estrella Blanca y Estrella de Oro ya no se observó la aglomeración de pasajeros esperando abordar los autobuses para regresar a sus lugares de origen. De hecho, las dos empresas redujeron la frecuencia de sus salidas casi al promedio que normalmente tienen.
 
 
Se informó que el tiempo de traslado entre Acapulco y el DF, se redujo a diez horas, luego de que durante la reapertura de la autopista, el tiempo promedio fue de 15 horas.
 
 
Tres semanas difíciles
 
Después del éxodo masivo de turistas durante el fin de semana, la ocupación hotelera en Acapulco se ubicó en apenas 26.4 por ciento, mientras que en Ixtapa-Zihuatanejo fue de 8.6 por ciento, reportaron autoridades de este sector.
 
 
Algunos hoteleros consultados dijeron que muchos turistas decidieron permanecer en el puerto, para evitar la aglomeración en la carretera, y para apoyarlos se les ofreció una tarifa especial de 299 pesos la noche.
 
 
Javier Saldívar Rodríguez, representante de la Asociación de Hoteles y Moteles en Acapulco, reconoció que esperan al menos tres semanas difíciles por la falta de visitantes.
Y aunque ya no se aprecian muchos visitantes por la costera Miguel Alemán, las autoridades estiman que aun hay al menos unos cinco mil turistas que ya no son contemplados como afectados por la tormenta Manuel.
 
 
Además, este fin de semana, la vida nocturna en Acapulco volvió prácticamente a la normalidad. Bares y restaurantes asentados desde Caleta a la Base Naval en Icacos, lucieron animados por la clientela que acudió  a ellos como cualquier fin de semana normal.
 
El contraste
 
Sin embargo, en el área rural y en la zona suburbana tanto de este municipio como de la entidad, las más afectadas por Manuel, los damnificados continúan reclamando ayuda, mientras numerosos municipios y localidades están aún incomunicados, y con graves problemas de inundaciones, desabasto y falta de agua. Son miles los que prosiguen con su tragedia, pues para ellos no hay puentes aéreos ni transporte gratuito que los aleje de la pesadilla que viven.
 
 
Los contrastes se dan hasta en los albergues, pues mientras algunos de la zona urbana de este puerto lucen semivacíos y tienen hasta servicio de Internet, en otros, como el ubicado en Renacimiento, hay hacinamiento. Lo mismo sucede en algunos que están en colonias populares, donde los damnificados forman largas filas para recibir sus alimentos. La desesperación ha provocado algunos enfrentamientos leves entre los mismos refugiados, quienes demandan mayor atención por parte de las autoridades.
 
 
Ciudadanos y representantes populares de comunidades ubicadas en la zona rural de Acapulco, denuncian a través de las redes sociales que la ayuda llega "a cuentagotas" y en muchos de los casos ni eso.
 
 
Exigen que los apoyos no solo se canalicen hacia la Zona Diamante del puerto y que la ayuda fluya hacia la gente pobre, con la misma urgencia que fue atendida y resuelta la evacuación de los turistas.
 
 
En las unidades habitaciones la gente trata de limpiar y rescatar lo que puede. Muchos de los afectados aún se encuentran alojados en albergues o con familiares en otras partes de la ciudad. Sólo regresan a ratos para limpiar un poco y evitar algún saqueo.
 
 
También es el caso de Tixtla, comunidad ubicada a escasos kilómetros de Chilpancingo, la capital, donde decenas de habitantes se encuentran en riesgo, pues con las lluvias de ayer el nivel de la laguna Negra volvió a incrementarse y, en consecuencia, 120 viviendas permanecen bajo el agua.
 
Protección Civil recomendó a la población evacuar sus viviendas para evitar cualquier riesgo.
 
 
 
 
 
 

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