Sandra Marina
ACAPULCO, Gro.- "No encontramos huevo en ninguna parte, pero tampoco tienen hue... las autoridades para reconocer que hay desabasto de alimentos y hacer algo", comentó doña María, dueña de una fonda económica del mercado 16 de septiembre del centro de Acapulco.
Durante un recorrido por la ciudad guerrerense, la falta de víveres, principalmente de verduras y agua, es la principal queja de acapulqueños y turistas, además de incrementos en los precios de más del 100 por ciento en diversos insumos.
"El desabasto y abuso de los comerciantes que no se dio durante la contingencia del huracán Paulina ahora sí la estamos viviendo y no se está haciendo nada", comentó Fausto Hernández, taxista.
Y es que en el mercado, el precio de un pollo entero oscila entre los 80 y 200 pesos, según el tamaño. El costo por kilogramo de jitomate se encuentra entre los 70 y 100 pesos y el de cebolla hasta 50.
"La cebolla la puedes encontrar a 25 pesos, pero ya es lo que algunos llaman desperdicio; le quitan la última capa y listo. El bote de chiles en conserva que costaba 15 pesos, lo están vendiendo a 30 pesos".
En el mercado 16 de septiembre, el huevo fue el producto que no se localizó en ningún local. "Desde hace dos días que no hay y no sabemos pa´ cuando nos puedan surtir. Será hasta que reabran las carreteras. Todavía en algunas bodegas se puede encontrar pero está a 80 pesos el casillero".
Asimismo lo que se está empezando a racionar es la gasolina. En algunas estaciones no se venden más de 20 litros, debido a que las pipas no pueden entrar a surtirlas.
El habitante de la colonia Ruiz Cortinez agregó que tanto en el centro de Acapulco como en las comunidades del cerro Parque del Veladero se enfrenta el problema de la escasez de agua potable.
"Las purificadoras de agua están vendiendo los garrafones a 40 pesos, cuando el precio es de 12 o 15 pesos. Yo tuve que ir hasta los manantiales de la zona alta de la sierra conocida como Anfiteatro para llenar 14 garrafones de agua. Allí hay quienes están tomando agua de lluvia", relata Argelio, trabajador del volante.
Mientras esperamos a que avance la gran fila de automóviles que se encuentran varados por la Costera Miguel Alemán, Argelio señala que hace una semana inició el desabasto de agua, pero la situación se complicó porque las fuertes corrientes de agua pluvial desprendieron las bombas que distribuyen el vital líquido del Río Papagayo.
Tanto en las tiendas de conveniencia como en los centros comerciales cada vez son más los anaqueles que, de contener botellas de agua, comida enlatada, tortillas de harina, pan y lácteos, se encuentran vacíos. También los embutidos comienzan a ser escasos.
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