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¡Se acabó la fiesta monetaria!

Víctor Piz parafrasea al exgobernador del Banxico, Guillermo Ortiz: El Banco de México está por “retirar la bebida cuando la fiesta está en su mejor momento”.

Alguna vez, siendo gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz dijo que la función de los bancos centrales es "retirar la bebida cuando la fiesta está en su mejor momento".

Pues bien, la 'fiesta monetaria' está por terminar, dijo Alejandro Padilla, director de Estrategia de Mercados de Banorte:

"El mercado comienza a asimilar que hubo una toma desmedida de riesgos y un optimismo generalizado con muy poco sustento económico".

Esa es la razón por la que la Reserva Federal de Estados Unidos (EU) y el resto de los bancos centrales en las economías avanzadas muestran una postura mucho más restrictiva.

La Fed, en particular, se tornó hawkish (halcón) ante posibles presiones inflacionarias, luego del reporte de empleo de Estados Unidos para enero pasado, donde se registró un incremento del salario promedio por hora de 2.9 por ciento anual, algo no visto desde junio de 2009.

El dato sugiere no sólo que la Fed va a continuar con su proceso de normalización de las tasas de interés, sino que podría acelerarse con los efectos de la política fiscal expansiva adoptada por el gobierno de Donald Trump.

Hasta ahora se prevén tres alzas de tasas en EU durante este año, empezando en marzo próximo.

"En general, lo que se percibe en el mercado es que 'la gran fiesta monetaria' que habíamos tenido en los últimos años comenzará a terminarse" pronto, explicó Padilla.

Eso es lo que está detrás del nerviosismo de los mercados accionarios mundiales, sobre todo de Nueva York, respecto a un aumento de tasas más rápido de lo que se tenía previsto.

Mientras se advierten condiciones monetarias más restrictivas en las principales economías avanzadas, en nuestro país el Banxico volvió a 'apretar' su postura en su decisión de la semana pasada, como era ampliamente esperado por el mercado.

Si bien la inflación anual bajó en enero a 5.55 por ciento desde el pico de 6.77 por ciento en diciembre pasado, continúa en niveles elevados y su balance de riesgos "mantiene un sesgo al alza".

El Banxico decidió elevar en 25 puntos base, a 7.50 por ciento, la tasa de referencia para mantener ancladas las expectativas inflacionarias y reforzar la tendencia descendente de la inflación general hacia su meta, que ahora se alcanzará en el primer trimestre de 2019 y no hacia finales de 2018.

La decisión entre los cinco integrantes de la Junta de Gobierno fue unánime, a diferencia de la reunión de diciembre, cuando la tasa también subió 25 puntos base, pero uno de los miembros de la Junta –con cuatro participantes en esa ocasión– votó por un incremento de 50 puntos base.

Al no haber voto disidente, no hubo polémica sobre la decisión, aunque sigue siendo altamente probable que el Banxico eleve nuevamente su tasa en los próximos meses, si el balance de riesgos para la inflación se deteriora y apunta al alza.

Eso va a depender no sólo de los retos para la política monetaria, sino de la incertidumbre sobre la renegociación del TLCAN y de la asociada a las elecciones presidenciales de julio.

La Junta de Gobierno podría estar dispuesta a aceptar tasas de interés más altas con tal de no 'sacrificar' la credibilidad del Banxico en su lucha contra la inflación.

El riesgo es que la política monetaria restrictiva le cobre una alta factura a la economía mexicana, que podría pagar con un menor crecimiento en un año de muchas incógnitas.

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