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¿Requiere Banxico un mandato dual?

El columnista explica algunos elementos que se consideran para tomar la decisión de política monetaria del Banxico y analiza si debe haber o no este mandato.

La junta de gobierno del Banco de México decidió mantener en 7.75 por ciento la tasa de interés de referencia sobre la base de tres consideraciones:

Primera, las condiciones de holgura en la economía mexicana continuarán relajándose.

Segunda, el carácter transitorio de los choques que han afectado recientemente a la inflación.

Y tercera, la trayectoria descendente de la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles.

La referencia a las condiciones de holgura en la economía es por el menor ritmo de crecimiento del PIB e, incluso, más débil de lo anticipado.

De hecho, "es previsible que en 2018 el crecimiento del producto se ubique en la parte inferior del rango previsto (2 a 3 por ciento)", señaló el Banxico en su comunicado de política monetaria.

Sin embargo, la referencia al comportamiento reciente de la economía, que en el segundo trimestre del año se contrajo 0.1 por ciento respecto a los tres meses previos, hizo creer a algunos analistas que el Banxico dio un peso mayor al normal a las consideraciones sobre el crecimiento.

Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, dijo que "era una buena oportunidad para el Banco de México de mandar un mensaje más fuerte de inconformidad con la inflación, que puede estar cerca de 5 por ciento en los próximos meses".

Sin embargo, "se dejó pasar esa oportunidad", además de que "el objetivo del Banxico es inflación, no crecimiento".

Este reportero le preguntó a Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, si en la decisión de mantener la tasa inalterada, la junta de gobierno no otorgó más ponderación al crecimiento que a la inflación.

"Hay muchos elementos que se toman en consideración para la decisión de política monetaria", respondió el banquero central.

"En la medida que la actividad económica se desacelera, es más probable que la evolución de los precios continúe su tendencia a la baja", agregó.

Díaz de León destacó que "es muy claro que nuestro mandato es mantener la inflación baja y estable… pero el entorno económico es muy importante, porque da el contexto bajo el cual el proceso, en este caso de desinflación, se lleva a cabo".

Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics, expuso que "continuar defendiendo el mandato único, cuando en la práctica se ejerce uno doble, es totalmente inconsistente".

El hecho es que la referencia al crecimiento vuelve a ser motivo de debate sobre las prioridades de las autoridades monetarias y el mandato único del Banxico.

¿Debe el banco central mexicano tener un mandato dual para que no sólo se le encomiende la estabilidad de precios, sino también la tarea de promover el crecimiento económico?

¿O el mandato único que tiene el Banxico es el adecuado sobre la base de una política monetaria autónoma que juega el papel de ancla nominal en la economía?

El tema de la dualidad no es nuevo, pero cobra importancia ante la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, que tendrá de contrapesos a instituciones como el Banco de México, al que promete respetar su autonomía.

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