Peras y Manzanas

Lo que quiso decir...

Al querer entender las propuestas de los candidatos para evaluar su impacto en el país, nos topamos con una enorme dificultad al analizar las políticas de AMLO, dice Valeria Moy.

El entorno electoral que estamos viviendo en México está lleno de acusaciones, descalificaciones y cuestionamientos entre los que aparecen algunas propuestas. Me gustaría pensar que el voto es un ejercicio racional en el que los votantes escuchamos y evaluamos las ideas de los candidatos para decidir qué recuadro tachar el día de la elección.

Aunque quizás me equivoque y la decisión sea más bien emocional.

Si queremos entender las propuestas de los candidatos para evaluar su impacto en el país, nos topamos con una enorme dificultad al analizar las políticas de Andrés Manuel López Obrador. Casi diario escuchamos al candidato hablar sobre algún tema económico, para tener, en minutos, múltiples comentarios en redes de sus asesores tratando de explicar lo que según ellos verdaderamente quiso decir. En los días subsecuentes los escucharemos, en público o en privado, dando versiones radicalmente distintas a lo que el candidato dijo.

El 1 de abril, en Ciudad Juárez, López Obrador dijo textualmente "en todo el país se fijarán precios de garantía para los productos del campo, a fin de detener la migración y lograr la autosuficiencia alimentaria; la tendencia será fortalecer el mercado interno y producir en México lo que consumimos". Los precios de garantía, por definición, son valores mínimos que el gobierno garantiza a los productores, particularmente en el sector agropecuario. En México ya han existido y las consecuencias han sido negativas. No sólo representan un enorme costo fiscal, sino que distorsionan los incentivos, eliminan las ventajas comparativas y ocasionan pérdidas en eficiencia.

Sus asesores presentan un panorama distinto. Gerardo Esquivel, en una plática con Raymundo Riva Palacio, expresaba que AMLO se refería a un concepto distinto al del pasado, que no consistiría en fijar precios por arriba del precio de mercado o en compromisos del gobierno de comprar excedentes. Esquivel explicó que se trata de reducir la brecha entre lo que reciben los pequeños productores y lo que se comercializa en los centros de consumo, por el margen de los intermediarios que compran barato y venden caro. Agregó que se fijará un precio intermedio para mejorar la distribución de beneficios. También mencionó que al fijar precios de garantía se dará certidumbre a los productores, sugiriendo que algunos han dejado de producir para venta y producen actualmente sólo para su consumo. Así, se combatiría la pobreza en el campo.

El lunes, Carlos Urzúa, propuesto por López Obrador como secretario de Hacienda, abordó el tema en un evento en el Colegio de México. Al cuestionársele la validez de la aplicación de precios de garantía en el entorno actual y conociendo los resultados desastrosos que han tenido en otros momentos, mencionó que más que precios de garantía lo que ellos están proponiendo son seguros a los agricultores en caso de que haya variaciones en precios, por ejemplo, en casos de sequía. La frase con la que concluyó la respuesta es ilustrativa. Cito textual: "puede que no sea tan malo si lo haces bien".

Lo que dice Andrés Manuel López Obrador es distinto a lo que dice Gerardo Esquivel y lo que dice Carlos Urzúa es distinto a lo que dicen ambos. Entonces aún no queda claro cuál es el esquema en el que piensa la coalición Juntos Haremos Historia cuando habla de precios de garantía.

Algo similar sucede con los precios de la gasolina. En un mitin en Nayarit el 11 de abril, AMLO dijo: "De entrada, ya no va a aumentar ninguno de estos energéticos (luz, gas, gasolina, diésel). Se van a congelar estos precios. Ya no va a haber aumentos en términos reales de combustibles: ya no va a haber gasolinazos". Urzúa, al ser cuestionado sobre el tema, comentó que dado que el país importa 70 por ciento de la gasolina estamos sujetos a la volatilidad cambiaria, así que intentarán que "el tipo de cambio no contamine los precios". Sin embargo, añadió que sí habrá cambios en precios, pero que no serán por encima de la inflación. Urzúa asume que el tipo de cambio estará estable en 18 pesos por dólar, por lo que el tema de la gasolina no le preocupa en absoluto. Concluyó diciendo "…es un asunto político al final del día, por tanto, pues también tienes que pensar en subsidiar parte de los precios, ¿no? Y eso es lo que es".

Por cuestiones de espacio sólo puedo escribir de estos dos temas, pero pasa exactamente lo mismo con el de la reforma energética y la revisión de contratos; el de la reforma educativa; el del aeropuerto. Al final del día, no sabemos a quién hacerle caso, si al candidato o a sus asesores, porque dicen cosas distintas.

Dicen por ahí que cuando alguien te muestra quien es, hay que creerle a la primera. Habrá que decidir si queremos escuchar lo que Andrés Manuel López Obrador dice directamente o lo que sus asesores dicen que quiso decir.

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