Una de las funciones principales de los bosques es la protección del medio ambiente. Cuando se respeten esos gigantes verdes que son esenciales para la salud de las personas, el clima y la vida silvestre.
En México, la voracidad y la corrupción han reducido en forma alarmante la cantidad y la importancia de sus bosques, olvidando que dependemos de los bosques para nuestra supervivencia, desde el aire que respiramos hasta la madera que utilizamos. Los bosques brindan protección a las cuencas hidrográficas, previenen la erosión del suelo y mitigan el cambio climático.
En México, a pesar de nuestra natural y necesaria dependencia de los bosques, aun así incrementamos su desaparición y su destrucción sin ninguna renovación. México es un país que por su irresponsabilidad es muy vulnerable a los efectos del cambio climático. El interés del gobierno mexicano por el medio ambiente es mínimo.
En la Ciudad de México se desconoce el número de millones de árboles sacrificados por los intereses inmobiliarios particulares de Mancera, exalcalde con una avaricia del tamaño del volcán Popocatépetl. Lamentablemente los temas ambientales no han sido el centro de las campañas de todos los candidatos a la Presidencia. México es un país especialmente vulnerable al cambio climático y lo será más en el futuro.
La protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático son, de hecho, cuestiones de una importancia innegable. México se encuentra en alerta por una ola de calor con temperaturas cercanas a los 50 grados. Frente a la denegación exhibida al respecto por el mandatario Donald Trump, aquí y allá se acumulan las evidencias de que el planeta se encuentra en una fase de modificación de sus patrones meteorológicos provocada más por el ser humano. Las consecuencias del cambio climático, advierten los expertos, van a ser desastrosas. Llegado cierto punto, además, es posible que no haya vuelta atrás.
La amenaza es global y se cierne sobre todo porque México es un país especialmente vulnerable. Por eso se insiste que no basta con mencionar el tema: "La cuestión del cambio climático, tanto de sus consecuencias como de la contribución de México al problema, tiene que estar muy presente y ser un tema primordial en las políticas de Gobierno y del candidato que gane".
Por ahora, el debate político apenas ha tocado la cuestión, aunque es cierto que un candidato ha presentado varias propuestas. Varias organizaciones de la sociedad civil presentaron recientemente una evaluación de sus propuestas en materia de mitigación y adaptación al cambio climático. El candidato que lo manejó mejor fue López Obrador (Juntos Haremos Historia). Recibió la máxima puntuación por la coherencia de sus medidas con los compromisos no asumidos por el Estado mexicano ni con las metas del Acuerdo de París.
Fuentes: Enrique Anarte (ER) y DW. Germany.