Rincon Del Experto

La decepción que se avecina en EU

El columnista considera que el intento de apurar un acuerdo sobre el TLCAN podría reavivar ligeramente el optimismo en el mercado, pero ¿generará un apoyo real?

Las principales instituciones internacionales y la Reserva Federal coinciden en que el crecimiento del Producto Interno Bruto de Estados Unidos tocará techo este año. La OCDE y el FMI pronostican un crecimiento del PIB de 2.9 por ciento anual, los miembros de la Reserva Federal señalan una mediana de 2.7 por ciento y el Banco Mundial 2.5 por ciento.

Las proyecciones cuentan con los datos disponibles del cierre del año pasado, cuando la fortaleza del mercado laboral y los incentivos fiscales pusieron los niveles de optimismo en máximos, lo que apoyó el consumo y la inversión.

Sin embargo, el primer trimestre del año fue débil. Un consumo privado moderado y datos mixtos en inversión sugieren una desaceleración de la demanda. Asimismo, la ampliación del déficit comercial y bajos niveles de inventarios seguirán lastrando el crecimiento. Los datos sugieren un crecimiento trimestral anualizado cercano al 2.0 por ciento.

Por otro lado, la escalada de tensiones comerciales con China, los incrementos en las tasas de fondos federales y la reducción de holgura en el mercado laboral sugieren poco espacio para una mayor aceleración de la economía.

Cabe señalar que no hay que confundir la anualización trimestral, con la variación anual. La primera expresa el crecimiento en un año, manteniendo constante el ritmo observado en el trimestre respecto al anterior. La variación anual corresponde al cambio respecto al mismo periodo del año anterior, lo que podría alcanzar niveles de 2.8 por ciento.

De hecho, es probable que la economía estadounidense no presente un crecimiento sustancialmente mayor durante los próximos años. Todas las instituciones coinciden en que habrá una desaceleración paulatina durante los próximos años, mucho menor al promedio de 3.0 por ciento que pretende alcanzar el presidente Trump para costear la reforma fiscal que implementó.

El intento de apurar un acuerdo sobre el TLCAN podría reavivar ligeramente el optimismo en el mercado, pero difícilmente generará un apoyo adicional en la economía real. Asimismo, la reducción de estímulos monetarios, el desvanecimiento de los estímulos fiscales, la falta de aumentos de productividad y la ausencia de reformas que apoyen el crecimiento potencial suponen un riesgo para el crecimiento en el mediano plazo.

Extrañamente se observa un optimismo desmesurado sobre la economía de Estados Unidos y creo que en el mediano plazo nos acercamos a una decepción mayor a la que el mercado anticipa.

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